Robo de droga entre bandas es origen de la violencia en Limón

OIJ y Fiscalía creen que también influye la venganza por crímenes recientes

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Una lancha tripulada por jóvenes limonenses fue asaltada hace menos de un mes por “piratas” cerca de la isla Uvita, en el mar Caribe, al regresar de Jamaica, con poco más de una tonelada de marihuana.

Ese tumbonazo, que provocó pérdidas de ¢800 millones a una banda, de las aproximadamente 12 que operan en Limón, es para las autoridades el detonante de la ola de violencia que azota al cantón central de Limón.

El costo del cargamento se obtuvo, pues la Policía sabe que una libra (460 gramos, casi medio kilo) de marihuana jamaiquina se vende en el país en ¢400.000.

Como secuela de ese hecho, está la balacera el domingo anterior en la playa de Cieneguita, donde murieron cinco personas y cuatro salieron heridas.

Precisamente, dos hombres (uno murió y el otro fue herido) son relacionados a una banda que dirige un individuo conocido como Gato Cole. El resto son víctimas colaterales.

En Limón, el ataque es atribuido a un grupo cuyo líder es conocido como Ojos Bellos. En reacción, el lunes pasado, aliados a Gato Cole dispararon a un vehículo en La Colina, en el cual viajaba un primo de Ojos Bellos, quien resultó gravemente herido.

Tanto Wálter Espinoza Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), como Jorge Chavarría Guzmán, jefe del Ministerio Público, prefirieron no ahondar en el caso. Solo aseguraron que los hechos son venganzas entre organizaciones narco, sin mencionar nombres.

Lucha de dos décadas. La violencia en Limón, en la cual predominan tiroteos en vía pública, data de desde hace más de 20 años y ocurre de manera cíclica, dijeron expolicías y actuales jefes policiales, quienes hablaron sobre bandas y sus líderes, sin que se mencionen sus nombre.

El uso de armas, como fusiles AK-47 y granadas, se registra desde los años noventa, pero es a partir del 2000, que los casos se hicieron cada vez mas frecuentes.

Uno de los primeros cabecillas citados fue Alberto Lowe Russel, alias Suti, detenido en agosto del 2007 por tenencia de armas, homicidios y tráfico de drogas. Fue asesinado en una celda en La Reforma, en enero del 2012.

Otro líder calificado como de gran poder fue Carlos Enrique Granados García, a quien mataron de 10 balazos, el 15 de agosto del 2010, en el barrio Juan Pablo II, en La Colina, Limón.

Líderes emergentes. Para los entrevistados, la muerte de Granados generó que los subalternos, formaran sus propias organizaciones. Luego, se dan más divisiones, cuando los miembros al conocer el negocio ven una oportunidad, se roban un cargamento de droga, obtienen altas ganancias y forman una banda.

La Policía identifica a estas personas como líderes emergentes, pues atraen seguidores al ofrecer pagar mejores sueldos que sus competidores.

En los últimos 10 años surgieran bandas como los Potoy y los Pechanes. Estas desarrollaron una ruda disputa por controlar Cieneguita, pero los asesinatos y detenciones minaron su poder.

También aparecieron los grupos de Chichi Cole, Raduán, los Tarzanes, Pelleja, entre otros, cuyo dominio fue efímero, pues a Chichi Cole ( Marvin Cole Mendoza) lo asesinaron el 3 de julio del 2015, al salir de un juicio en los Tribunales de Limón. Los otros están en fuga, luego que la Policía desarticuló sus organizaciones.

Algunos dirigentes asediados por amenazas salieron de Limón, como fue el caso de Carlos Blackwood Cerdas y Dennis Patricio Omier Taylor, alias Tupac. Empero, ellos fueron asesinados en San José. Blackwood el 21 de noviembre del 2012 y, Omir, el 9 de octubre del 2015.

Un jefe antidrogas dijo que unido al abandono de Limón en aspectos sociales, educativos y de desarrollo, se debe considerar la alta corrupción. Señaló que ahora un líder narco construye una casa sin permisos, a un lado de la vía entre Limón y Moín, cuya inversión se estima en más de ¢600 millones, pero los entes administrativos no hacen nada.