Los reos Christopher Alvarado Moncada, Steven Josué Gómez Alvarado y Edwin Alexánder Gómez Calderón habrían tardado unos 15 días o menos en abrir dos huecos para huir de la cárcel Centro de Formación Juvenil Zurquí, ubicada en San Luis de Santo Domingo de Heredia.
Así lo indicó este jueves Reynaldo Villalobos, director de Adaptación Social, luego de que se diera a conocer que los detenidos, de 18 años y quienes son indiciados, se habían fugado entre las 11 p. m. y las 11:30 p. m. de este miércoles.
La versión de las autoridades señala que ellos hicieron un boquete en el cielorraso y otro en un alero de la prisión, que les permitió llegar a un patio.
En esa zona verde se taparon con unas cobijas, se arrastraron por el césped y se escaparon.
Alvarado Moncada es acusado de cometer un robo agravado y una tentativa de homicidio. Había ingresado a prisión el 28 de febrero del 2015.
Entre tanto, Gómez Calderón y Gómez Alvarado son sospechosos de robo agravado. Están recluidos desde el 8 de diciembre del 2015 y el 8 de enero del 2016, respectivamente.
El funcionario lamentó que los oficiales no se percataran de la situación, pese a que, según dijo, las rondas policiales por ese centro penal se realizan con una frecuencia de entre 15 y 30 minutos.
“En esta cárcel se han dado varias tentativas de escape de reos, pero nos damos cuenta antes. Por eso, pese a que tenemos un déficit de oficiales, se supone que la Policía (Penitenciaria) está atenta”, dijo.
Aunque por el momento no han recibido información que indique que algún policía ayudó con la fuga de los reos, Villalobos mencionó que, por protocolo, comenzarán una investigación interna.
“Nuestro objetivo es garantizar la custodia y, al violentarse eso, debemos indagar si algún oficial tuvo responsabilidad o participación”, aseveró.
¿Cómo fue? Villalobos explicó que los prófugos estaban en la sección D, junto con otros tres indiciados, quienes son menores.
Detalló que los fugitivos hicieron un primer boquete de medio metro de ancho en el cielorraso del dormitorio. Aún se desconoce qué utilizaron para abrirlo.
Cuando estaban en el cielorraso, caminaron poco más de un metro a la izquierda e hicieron otro boquete de medio metro de ancho en el alero.
Así, los evadidos pudieron llegar a un patio que pertenece al centro penal, el cual está rodeado por una malla. “Normalmente, los reos están en ese patio, que es amplio, durante el día para que tomen el sol”, detalló.
En ese punto, los jóvenes estaban a 100 metros de distancia de la malla; sin embargo, según Villalobos, ellos se arrastraron 200 metros por el césped, con cobijas oscuras encima, para llegar a la parte trasera del módulo y escapar con “más facilidad”.
“Presumimos que se saltaron la malla porque no encontramos un hueco”, agregó.
Los jóvenes caminaron 700 metros por una zona donde hay maleza alta, lo cual permitió que se escaparan. “En ese trayecto encontramos las cobijas y ropa sucia y vieja”, contó.
La Unidad Canina de la Policía Penitenciaria siguió el rastro hasta una quebrada en el cruce de San Luis, donde los perros perdieron el rastro.
“Pudieron pasar varias cosas: que se hayan separado o que hayan llegado a la carretera (ruta 32) y ahí los esperara algún automotor. Son situaciones que no podemos descartar”, aseveró.
Por el momento, Villalobos mencionó que han recibido información confidencial que habla sobre el posible destino de los prófugos. Pese al operativo que montaron, hasta ayer no habían logrado dar con ellos.