San Carlos. Cuatro vacas y un toro fueron hallados muertos ayer luego de que, al parecer, fueron inyectados con veneno, versión que investigan agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El ganado pertenecía a Eliomar Quirós Rodríguez, dueño de una finca en la comunidad de Pocosol de San Carlos.
Los animales, de razas lecheras como jersey y holstein, aparecieron en uno de los potreros, a la mitad de la propiedad de 200 manzanas. El hallazgo lo hizo un empleado de Quirós mientras efectuaba una inspección de rutina.
De acuerdo con la denuncia que Quirós presentó en la subdelegación del OIJ en Los Chiles, los animales no mostraban heridas ni golpes y tampoco estaban enfermos, por lo que se sospecha que los envenenaron mediante la aplicación de una inyección.
Según el ganadero José Rodríguez, en el sitio se percibía un fuerte olor a tóxico, el cual ahuyentó a las aves de rapiña.
En otros casos de muerte, estas atacan los restos casi de forma inmediata. El propietario estimó en ¢5 millones el perjuicio económico, pues las dos razas eran de gran valor.
Los agentes del OIJ inspeccionaron la finca junto a técnicos del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), pero los resultados de la visita no trascendieron.
Este caso de aparente envenenamiento sucede cuando el sector ganadero de San Carlos, Los Chiles y Guatuso ha denunciado un aumento en el destace clandestino de animales, tanto de razas lecheras como de cría y engorde. En el transcurso del pasado fin de semana, ocho animales de tres fincas fueron destazados para comercializar su carne de manera clandestina.