Tres acciones policiales realizadas por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) permitieron la captura de seis sospechosos del delito de recepción y pago de dádivas, entre ellos tres oficiales de Tránsito.
Los tráficos detenidos son de apellidos Villalta, de 37 años; Arce de 46 y Cordero de 41.
Uno de los casos en el que están involucrados ocurrió en Los Colegios de Moravia en mayo del año pasado, cuando un joven de 23 años, de apellido Cordero, conducía en estado de ebriedad y tuvo una colisión.
La madre del muchacho, de 56 años, apellidada Segura, se presentó al sitio y fue ahí donde habría llegado a un acuerdo con los oficiales Villalta y Cordero para que la boleta quedara a nombre de ella y así poder aplicar la póliza de seguros del carro.
La mujer y su hijo también fueron detenidos por parte de la Sección Especializada de Tránsito del OIJ en Moravia.
En el segundo caso, los tráficos Villalta y Arce atendieron en enero de este año un choque entre dos motociclistas en San José.
Según la investigación, los oficiales fueron alertados de que uno de los conductores iba ebrio, pero al parecer hicieron caso omiso y no le realizaron la alcoholemia a ninguno de los dos.
Luego de esa omisión, los tráficos habrían obligado a uno de los accidentados a entregarle la moto al otro, como pago por los daños causados.
Un tercer caso involucra de nuevo a los tráficos Arce y Villalta cuando atendían un accidente en Calle Blancos de Goicoechea, en mayo de este año.
El conductor de un automóvil que protagonizó un accidente afirmó que viajaba sobrio, pero el tráfico insistió en hacerle la alcoholemia.
Mientras el oficial se retiró, llegó un gruero y dijo al conductor que él conocía al tráfico y que podían arreglar. El conductor de la grúa llevó al protagonista del accidente a un lugar solitario, donde este último habría desembolsado ¢226.000. En ese momento el gruero se retiró y el oficial dejó irse al ofendido.
Los agentes del OIJ detuvieron en una vía pública de Purral al conductor de la grúa, de apellido Díaz, quien quedó con las otras cinco personas detenidas a la orden de la Fiscalía.
Además del delito de concusión, que implica el favorecimiento o cobro arbitrario hecho por un funcionario público en beneficio propio, se acusó a los oficiales por falsedad ideológica, incumplimiento de deberes. De igual manera, se acusó a quienes se prestaron para la acción de los tráficos por supuesto pago de dádivas.