Un total de 652.000 cigarrillos que ingresaron de contrabando fueron decomisados durante un operativo realizado de manera conjunta por la Policía de Control Fiscal (PCF) y la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol).
Esta acción policial forma parte de una investigación que inició hace varios meses y tiene como finalidad atrapar a una banda que introduce el producto de manera ilegal desde Panamá.
El primer golpe lo dio la policía el miércoles en la tarde, cuando detuvieron un pickup en Cristo Rey donde transportaban 32 cajas con 12.000 cajetillas de cigarrillos. Ahí se detuvo a un sujeto de apellido Quesada, chofer del vehículo, que es considerado como uno de los distribuidores del producto.
La Dipol (una dependencia del Ministerio de Seguridad Pública) informó que ayer jueves con la autorización de un juez penal se allanó una bodega también en Cristo Rey donde se localizaron otras 20.630 cajetillas.
Las autoridades informaron que los cigarrillos son vendidos a los consumidores en pequeños puestos establecidos en el centro de San José a un precio que oscila en ¢800 por cajetilla.
Asimismo, hicieron ver que el producto decomisado no tiene fecha de vencimiento, ni tampoco la fabrica que los elaboró .
La nueva Ley General de Control de Tabaco y sus Efectos Nocivos en la Salud, que entró a regir en marzo del 2012, estableció nuevos gravámenes por lo que toda cajetilla paga como mínimo ¢734 en impuestos adicionales.
Esto genera que las cajetillas que se venda y que sean fabricadas de manera legal tengan un precio que oscila entre ¢1.300 a ¢1.600.