El piloto Pablo Cañas Villalón, despedido sin responsabilidad patronal del Ministerio de Seguridad Pública, denunció que algunas aeronaves del Servicio de Vigilancia Aérea (SVA) no reciben el mantenimiento adecuado.
La queja la hizo pública ayer luego de permanecer cinco días encadenado a un árbol al costado oeste del Estadio Nacional, en La Sabana, en San José.
“Lo único que pido es hablar con el ministro de Seguridad, Mario Zamora, para exponerle mi situación, que se me paguen las prestaciones legales y que se cese la persecución en mi contra, pues no logro encontrar trabajo”.
El vocero de prensa del Ministerio de Seguridad, Nicolás Aguilar Ramírez, informó de que el ministro no se a referirá a las denuncias porque Cañas tiene abiertas acciones legales a las que podría acudir.
“Mario Zamora no puede emitir criterio en este momento sobre un asunto del que eventualmente tendrá que pronunciarse ”, dijo.
Vuelo privado. Pablo Cañas, de 42 años y quien ingresó a laborar al SVA el 16 de agosto de 1992, fue despedido el 16 de abril del 2012, sin responsabilidad por parte del patrono, luego de atribuírsele que realizaba vuelos en una nave privada.
Ese trabajo, presuntamente, lo realizó pese a que desde el año 2006 existía una circular que prohíbe a los pilotos de Seguridad trabajar con otras empresas pues reciben el beneficio de dedicación exclusiva.
Sin embargo, Cañas rechazó que realizara vuelos privados.
“Lo que pasa es que desde hace 12 años soy instructor en una escuela de aviación. Eso incluye lecciones teóricas y prácticas y por supuesto tengo que volar con mis alumnos. Las aeronaves pertenecen a la escuela de aviación”, dijo.
El expiloto de SVA aseguró que la circular solo permite la enseñanza de la aviación en universidades o entidades parauniversitarias.
Según Cañas, el proceso laboral para despedirlo lo abrieron porque hablaba con los jefes sobre las fallas de las aeronaves y la falta de mantenimiento. Asimismo, afirmó que también influyó en el proceso que el 16 de noviembre del 2011 denunció ante la Fiscalía acciones anómalas en relación con un accidente aéreo y el cobro de seguros. Esa denuncia fue archivada.
Como un ejemplo de los casos, dijo que la nave matrícula MSP–009, tenía problemas en el tren de aterrizaje y pese a las advertencias, sufrió un percance.
Precisamente, ayer el avión del SVA Caribú se vio obligado a aterrizar de emergencia en el aeródromo de Barra del Colorado, luego que fallara uno de sus motores. Iban 17 policías.