Paciente condenado por intento de homicidio escapa de hospital psiquiátrico

Hombre de 29 años, que viste ropa hospitalaria, huyó cuando acudió a los baños. En setiembre del año pasado recibió una condena de 11 años de cárcel por atacar con un machete a otro hombre

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Un hombre de 29 años, condenado en setiembre del año pasado a descontar 11 años de prisión por un intento de homicidio, que se encontraba internado en el Hospital Nacional Psiquiátrico Manuel Antonio Chapuí, en Pavas, San José, escapó de ese centro médico, al aprovechar que estaba solo en un área de baños.

El individuo, de apellidos Hernández Salazar, vestía ropa hospitalaria y estaba en el lugar para someterlo a exámenes que determinaran si conserva o no la capacidad de comprender el carácter ilícito de sus actos. Según precisó el Ministerio de Justicia, la fuga se produjo el martes a las 3:45 p. m. y aunque de inmediato se ejecutó un rastreo por el área aledaña al centro hospitalario, no fue posible localizar al paciente. La búsqueda continuaba este miércoles.

Hernández, conocido como Chorejas y quien tiene tatuajes de Goku y Majin Buu (animé japonés) en sus brazos, es vecino del barrio El Jardín en Cariari de Pococí, Limón. Había sido detenido el 24 de octubre del 2020 en un lugar conocido como la Vuelta del Zoncho en la comunidad de Frutera, en Cariari de Pococí, pues el día anterior atacó con un “machete 28″ (tenía 43 centímetros de largo) a un hombre de apellidos Myrie Rodríguez, de 39 años.

Durante el juicio en el cual se juzgó a Hernández, realizado el 23 de setiembre del 2021 en el Tribunal de Juicio de Pococí, Myrie relató: ese día (23 de octubre del 2020) yo me encontraba en un bar abandonado en Jardín. Me quedé entre dormido y despierto, vi que alguien, llegaba era Hernández. Me preguntó por una persona y se volvió a ir. Llegó de nuevo alterado y me dijo –¿qué anda haciendo usted aquí, usted de dónde es? Yo a él lo conocía de la calle. Llegó y me dijo: ‘usted aquí nada tiene que hacer’ y sacó un veintiocho largo y me dijo: lo vengo a matar.

“Me pegó uno en la cabeza a nivel de cráneo (...) en el forcejeo me pegó otro en la espalda y en la mano. Me resbalé y caí. Me pegó otro machetazo en la costilla izquierda, salí corriendo en defensa, él venía atrás con el machete. Se metieron cuatro o cinco nicaragüenses y le dijeron si se mete aquí lo garroteamos. Después de ahí doña Marlen (una vecina) me recogió”.

En esa ocasión el tribunal conoció un dictamen médico forense del Organismo de Investigación Judicial (OIJ)en el cual se documenta que el hombre fue sometido a un exámen mental que no encontró “alteraciones de las capacidades para discriminar entre lo lícito y lo ilícito. Es decir esa dependencia (de Hernández ) a las drogas no afectó su conducta al momento de la comisión del hecho delictivo, sea dar muerte al ofendido, por lo cual sí poseía las capacidades para controlar su conducta”.

El 23 de setiembre del 2021, el tribunal integrado por Jannette Mena Rodríguez, Juan José Bonilla Monge y Jeffry Thomas Daniels, sentenció a Hernández a descontar 11 años de prisión al encontrarlo responsable de un delito de homicidio simple en grado de tentativa. Ese día prorrogaron la prisión preventiva por seis meses que vencían el 25 de marzo de este año.

La defensa de Hernández impugnó la condena ante el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal de Goicoechea, que el pasado 6 de enero la admitió para estudio y resolución de fondo. En esa resolución ordenaron, “con carácter de urgencia” por resultar “indispensable y necesario”, que la Sección de Psiquiatría y Psicología, del Departamento de Medicina Legal, valorara al imputado Hernández Salazar para determinar si actualmente conserva o no la capacidad de comprender el carácter ilícito de sus actos. “En caso de que se determine que el imputado no tenga la capacidad referida, se indique si es posible establecer el momento histórico en que dicha incapacidad se haya generado”.

Precisamente, mientras era sometido a esos estudios fue que Hernández escapó del hospital.