OIJ: Robacarros son reincidentes por falta de rigor de fiscales y jueces

Ministerio Público rechaza críticas y asegura que combatir este delito es prioridad para ellos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Apenas comienza en el robo de carros y rápidamente cayó en manos policiales. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) levantó un informe con las pruebas recopiladas y lo presenta ante el Ministerio Público.

Después del proceso penal, se libra de ir a la cárcel o recibe una baja pena de prisión, y con enorme rapidez vuelve a la calle con más habilidad para seguir con el "negocio" de la sustracción de vehículos para vender o para sacar repuestos.

Esta es la historia frecuente, porque la reincidencia en este delito es "altísima", afirma Juan Diego Bolaños, investigador de la sección de Robo de Vehículos de la Policía Judicial.

Para él, se debe a la falta de rigor de los fiscales y los jueces, versión que rechaza el Ministerio Público.

Según el agente, las investigaciones son difíciles porque cuesta dar con un resultado positivo para el denunciante. No obstante, dice, cuando se logra señalar a un responsable, la Fiscalía no le da "la debida importancia" suelen pedir sobreseimientos o los jueces fijar penas "bajísimas".

"El problema es que, por el trabajo de los fiscales o de los juzgados, terminamos en un círculo. Los entregamos y, después de una prisión preventiva o de una condena, vuelven a salir. Y hablo de una minoría porque la mayoría se libra del todo", aseguró el agente del OIJ.

"Lo preocupante es que una persona que pasó por Fiscalía tuvo acceso a la investigación, por lo que, cuando vuelve a delinquir, se cuida más en ciertos aspectos y eso nos dificulta las investigaciones. Se vuelven expertos”, indicó el agente.

El reclamo se da en momentos en que las denuncias por estos casos aumentaron. Según información del OIJ, en el 2014 recibieron 3.710 quejas provenientes de todo el país, mientras que el año anterior fueron interpuestas 4.737.

Fiscalía en desacuerdo

La Fiscalía General salió al paso de las críticas y rechazó "categóricamente" que ese delito tenga poca importancia durante su gestión.

"Se tramita en todas las fiscalías territoriales del país, pero además en despachos la Fiscalía Adjunta contra la Delincuencia Organizada y la Unidad Operativa de Dirección Funcional, en San José", respondió esa entidad por medio de un correo electrónico.

Incluso, aclaró el ente acusador, existe una comisión interinstitucional, en la cual participa la Fiscalía de Fraudes, el Instituto Nacional de Seguros (INS) y el Poder Judicial. Además, fortalecen la Unidad de Monitoreo de Gestión de Fiscalías (UMGF), con la cual se pretende tener un control de los fenómenos criminales del país, entre ellos esta actividad.

"Eso permitirá conocer las zonas de mayor incidencia (...) para que las Fiscalías encargadas de abarcar esas jurisdicciones enfoquen sus recursos en determinadas conductas ilícitas", concluyó.

Por su parte, Sandra Castro, vocera del Poder Judicial, aseguró que las sentencias emitidas por los jueces se adecuan con la prueba y nivel de responsabilidad penal que se determina en el debate. Ningún juzgador se pronunció sobre el tema.

"Por la independencia judicial que tiene cada juez para resolver es muy difícil que exista una única posición, cada caso es diferente, se resuelve de acuerdo al caso concreto, no puede juzgarse todos los casos sobre parámetros iguales.

“Cada sentencia debe apegarse a la normativa basados en criterios de proporcionalidad y razonabilidad”, expesó.

Pese a ello, el agente Bolaños insistió en que tanto los fiscales como los jueces deben ser más severos cuando acusan y emitan sentencia (respectivamente) en contra de robacarros.


'Hay pocas bandas, pero bien estructuradas'

"Sí hay bandas identificadas que trabajan en eso (...) Ahora, hay pocas bandas, pero bien estructuradas. Cada persona tiene una función dentro de la estructura, la cual debe cumplir a cabalidad".

Juan Diego Bolaños, agente de la sección de robo de vehículos de la Policía Judicial, aseguró que, detrás de la sustracción de automotores hay organizaciones que se especializan en eso. Prefirió no dar detalle de cuántas son.

De esos grupos, según el OIJ; no identifican a ninguno especializado en extorsión como ocurrió hace unas dos décadas para cuando actuaban grupos delictivos, como el que dirigió Ricardo Méndez, alias Bambán.

"Ya de eso no tenemos del todo", afirmó el agente.

Lo que hacen ahora estos clanes delictivos es que desarman los autos que se roban por el método del descuido o del bajonazo y venden sus piezas a chatarreras; es decir, para nutrir el mercado local. No se tiene reporte de que se envíen a otros países.

"Eso es lo más común, porque les sale más rentable vender todo por piezas que vender el auto completo. En el mercado negro estos carros no tienen un valor alto y no cualquier persona se anima a comprarlo.

"Por eso es que prefieren comercializar las partes porque así es hasta más difícil para la Policía encontrarlo", apuntó.

Esa situación es lo que provoca que agentes de esa sección hagan inspecciones sorpresas y aleatorias a chatarreras, ubicadas en los cantones donde más se dan los robos de autos: San José, Alajuela, Desamparados, Heredia y Goicoechea.

"Siempre estamos en constante búsqueda de situaciones sospechosas" dijo Bolaños.

Bambán sobreseído de última causa por robo de auto

Ricardo Méndez Castro, alias Bambán y quien en el pasado fue reconocido líder robacarros, fue aprehendido en octubre del 2016 como sospechoso de participar en la sustracción de un vehículo Suzuki Grand Vitara 2012.

Él fue capturado mientras conducía otro automotor, con el cual supuestamente escoltaba al carro robado. El auto sustraído era manejado por un hombre apellidado Ríos.

A ambos se les señalaba de un delito de receptación.

Sin embargo, el 15 de noviembre pasado, el Juzgado Penal del Segundo Circuito Judicial dictó un sobreseimiento en favor de los imputados, luego de que la Fiscalía así lo solicitara.