Armas más potentes, fáciles de disparar y de recargar, forman parte del moderno arsenal que utilizan ahora los grupos criminales.
En especial, usan las pistolas 9 mm y los fusiles AK-47, que les permiten disparar (según el arma) entre 14 y 45 tiros en segundos, determinaron el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y el Ministerio de Seguridad.
A esa conclusión llegaron porque en los sitios donde ocurren homicidios hallan casquillos, plomos incrustados en paredes o carrocerías de carros que fueron disparados por AK-47 o 9 mm. Además, se ha vuelto frecuente que en operativos decomisen ese tipo de armamento.
Según criterio de Francisco Segura Montero, director del OIJ, la mafia consigue las armas pequeñas en robos a personas que las habían adquirido para su defensa. “Las otras más grandes las traen del exterior en canje por drogas”, agregó el funcionario.
Para el director del OIJ, cuando en un hecho se hace una gran cantidad de disparos es para demostrar poder. “Están mandando un mensaje de que aquí nosotros mandamos y así resolvemos los conflictos. Son hechos muy violentos y lo que hacen es intimidar a la población y les permite a ellos asegurarse que la víctima va a quedar muerta. Tampoco les importa matar a dos o tres que estén cerca”, agregó.
Escalada violenta. Para la Policía, desde hace años las organizaciones criminales modernizaron el armamento, lo que obligó a dotar a los oficiales de pistolas 9 mm. “Creo que estamos en igualdad de fuerzas, pero ahora vemos que usan fusiles de asalto AK-47, M16 y AR-15. Hasta hemos decomisado granadas que, dicho sea de paso, un día de estos usaron una en La Cruz (Guanacaste)”, dijo.
El jefe policial agregó que no tiene sentido que los oficiales utilicen armas militares, porque eso sería seguir la escalada de violencia. “Usar armas más grandes es llegar a una verdadera guerra. Lo que hay que hacer es decomisar la mayor cantidad de armas para sacarlas de la calle. Creo que esos grupos se pueden combatir con técnica y buenos equipos, como chalecos antibalas”, manifestó..
Gustavo Mata, viceministro de Seguridad, dijo, por su parte, que la Fuerza Pública cuenta con las armas necesarias para enfrentar a estos grupos criminales, pero no quiso entrar en detalles sobre aquellas de que disponen.
Igual que Segura, afirmó que la Fuerza Pública “trabaja muy fuerte para sacar de la calle el armamento ilegal”, y afirmó que no están dando permisos de portación a aquellas personas con antecedentes penales.
Mauricio Alvarado Herrera, miembro de la organización Asociación Pro Defensa Civil y de la Seguridad Ciudadana (la cual defiende el uso legal de armas de fuego en la población), consideró que si los delincuentes pueden acceder a armamento moderno es porque hay un mercado negro muy importante. “Las fronteras son muy porosas y hay una gran interacción de las organizaciones de narcotráfico, robo de carros, tráfico de personas que está haciendo mucho daño (...); además, hay evidencia fuerte y abundante de que muchas armas que ellos usan han sido robadas a los diferentes cuerpos policiales (...), el Estado es el gran proveedor”, concluyó.
Cifras del OIJ revelaron que, entre enero del 2013 y agosto del 2014, se denunció el robo de 1.428 armas. En tanto, las policías han decomisado este año 1.613 armas, de las cuales 715 son pistolas.