La Policía Judicial capturó este sábado, en Pavas, San José, a un hombre de apellido Rojas, de 46 años, acusado de pagar a colegialas para tener relaciones sexuales con ellas.
Según la versión preliminar del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), se trata de un contador de un banco privado que merodeaba en su auto por centros educativos de barrio México y otros lugares cercanos para buscar a sus víctimas.
Rojas, es oriundo de La Uruca, San José, vive en Panamá y viaja regularmente a nuestro país, en donde también tiene varias propiedades.
Cuando ingresaba al país cometía los delitos que la Policía Judicial le atribuye contra menores en edad colegial.
La Policía Judicial lo relaciona con al menos dos casos. El hombre cancelaba ¢50.000, ¢70.000 y hasta ¢160.000 a las adolescentes quienes accedían a sus peticiones .
Una vez que las estudiantes abordaban su vehículo, aparentemente las llevaba a diferentes lugares para sostener con ellas las relaciones sexuales.
Rojas, quien es divorciado, quedó a la orden de la Fiscalía para determinar las medidas cautelares que se solicitarán al Juzgado en su contra.
Al individuo se le decomisaron dos teléfonos celulares, uno marca Samsung y otro Hwawei, uno de ellos lo usaba en Costa Rica y otro en Panamá. Los aparatos también quedaron a la orden del Ministerio Público.
La Ley contra la Explotación Sexual Comercial de las Personas Menores de Edad, aprobada en 1999, dispone las diferentes penas de cárcel para quien incurra en ese delito, según la edad de la víctima.
“Quien pague a una persona menor de edad para que ejecute actos sexuales o eróticos, será sancionado con pena de prisión de cuatro a diez años si la persona ofendida es menor de doce años”, afirma la legislación.
En caso de que sea mayor de 12 años, pero menor de 15 años se expone a penas de tres a ocho años y, por último, de dos a seis años, si la persona ofendida es mayor de 15 años, pero menor de 18 años.