Neonatóloga denunció a su jefe por abuso sexual

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Hannia Ramírez tiene 12 años de laborar como médica para la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y, en julio del 2013, cuando terminó la subespecialidad, entró al Hospital La Anexión como neonatóloga.

Ella sostiene que cuando llegó, se enteró de que la Unidad de Neonatología había sido cerrada, por lo que fue ubicada en el Servicio de Pediatría, donde hay tres especialistas, entre ellos su jefe, el doctor Freddy Arrieta.

Según cuenta Ramírez, el 22 de julio los médicos le dieron la bienvenida oficial durante una sesión. Así consta en el acta, de la cual La Nación tiene copia.

El documento revela que el doctor Arrieta le manifestó que ellos “se tratan como buenos compañeros y no se comentan delante de nadie los errores que todos pueden llegar a tener, que si uno sabe algo de algún pediatra, que quede entre ellos, para apoyarse y darse la confianza uno del otro y nada de envidia.

”Que si piensan algo del otro, que sea para bien. Todos cometen errores. Por ejemplo, con las compañeras (enfermeras) todas son buenas, que les trate bien, si cometen algún error no divulgar eso porque ya ha pasado y es muy desagradable”, añade el acta.

Denuncias. Hannia Ramírez asegura que el 30 de julio, cuando entraba al salón de Pediatría, el doctor Arrieta le susurró un “cosita rica” al oído. Ramírez agregó:

“El 8 de agosto, mientras estaba sentada en una cama de la oficina de Pediatría, él llegó y de repente me agarró de las mejillas y me dio un beso.

”Yo le dije que no entendía qué pasaba, que yo estoy casada, que él era mi jefe. Al final, me dijo: ‘Tranquila, yo a vos te amo’”, expresó.

El 26 de setiembre, al parecer, otra vez intentó besarla, pero ella dice que lo empujó y opuso resistencia.

A inicios de este año, interpuso las denuncias ante la Fiscalía de Nicoya por abuso sexual y ante la CCSS por acoso sexual y laboral.

El 2 de junio del 2014, el doctor Arrieta, junto con dos médicos, de apellidos Zúñiga y Briones (mujer), enviaron una nota al director del Hospital, Anner Angulo, para manifestarle que Ramírez no se acopla a las normas de funcionamiento del Servicio de Pediatría.

Añadieron que ella les alza la voz a las enfermeras durante la atención de emergencias y las humilla diciéndoles que no son aptas para estar ahí. También, exige de forma indebida mejor equipamiento y personal más capacitado.

Por otro lado, señalaron que ella escribe notas en los expedientes que comprometen a los médicos del servicio, ya que remarca las cosas que para su criterio son inadecuadas y habla con los padres de familia para instarlos a que demanden.

En la carta, calificaron a Ramírez como rebelde, grosera, desconsiderada, antiética, imprudente y desleal. Señalaron, además, que la denuncia contra el doctor Arrieta nace del odio que ella le tiene.

La doctora Ramírez asegura que los problemas personales entre médicos están afectando el servicio para los pacientes neonatos.

“Encuentro caótica el área de Pediatría; los pediatras y las enfermeras están desactualizados. Como estaba ese pacto (del silencio) y yo puse las denuncias, se me comienza a perseguir laboralmente. En ese hospital hay una telaraña familiar, pero yo no me voy a ir. Me tienen arrinconada, quedita, para que no me dé cuenta de nada”, aseguró.

Finalmente, Ramírez, por orden del director, fue sacada de Pediatría para que solo valore bebés con problemas de amamantamiento y dé consulta externa.