Narcos de Costa Rica usan coca y armas como moneda

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

El Departamento de Estado también indicó en su informe que grupos narcotraficantes de Costa Rica usan cocaína y armas como moneda, esto para pagar por marihuana a organizaciones jamaiquinas.

“Hay un comercio de cocaína por marihuana y armas entre Jamaica y Costa Rica que parece estar creciendo”, señala el reporte norteaméricano.

Ese tipo de pago fue detectado en una operación del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG) durante el año pasado, cuando sorprendieron a una embarcación que iba a transportar una tonelada de marihuana jamaiquina y que el pago que iba a recibir de parte de los ticos eran 20 kilogramos de cocaína.

En cuanto a las armas que también se mencionan en el informe, se trata de AK-47, también decomisadas por guardacostas en aguas del Caribe costarricense.

Esto se da porque estas organizaciones no utilizan el sistema bancario, no utilizan cheques, tienen que usar una modena que les permita ejecutar con mayor rapidez el reintegro del dinero. La cocaína es introducida a la isla de Jamaica donde la venden, detalló el ministro Mata.

“Desde el 2014 se nota un mayor trasiego de marihuana proveniente de Jamaica y esto nos pone en otro frente importante. Es por eso que hay que sumar a las autoridades jamaiquinas a los trabajos que ya estamos haciendo con Panamá y Colombia”, manifestó Mata.

Datos policiales revelan que una libra (460 gramos) de marihuana jamaiquina (de alta calidad), conocida como high red tiene un precio ¢800.000.

Actualmente, un cigarrillo de esta droga, revuelta con otras de baja calidad, se vende en el mercado en ¢1.000.