Madre de joven parapléjica por balazo: 'En las terapias le están enseñando que sus brazos ahora son sus piernas'

Mujer de 23 años no volverá a caminar por la lesión que resultó de una discusión por una silla en bar de Calle de la Amargura

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Caminar por los pasillos del Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare), en La Uruca, se ha vuelto la rutina de esta madre, cuya hija de 23 años quedó parapléjica por el balazo que recibió en la espalda el 20 de febrero en la Calle de la Amargura, en San Pedro de Montes de Oca, San José.

El dolor de su hija prácticamente se ha vuelto el suyo, sin embargo, está agradecida con Dios porque se la dejó con vida y la puede ver a diario.

Durante las últimas semanas, los médicos han intentado disminuir el tormento con diferentes medicamentos, mientras otros profesionales se ocupan de terapias ocupacionales y físicas.

"Le están enseñando que sus brazos ahora son sus piernas. Ella tiene fuerza en sus brazos, entonces aprende a pasarse de la cama a la silla de ruedas, a impulsarse de manera correcta con las llantas, a enderezarse, a sentarse bien", explicó la mujer de 41 años, quien pidió mantener su identidad en reserva.

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Los terapeutas también trabajan en los músculos de sus piernas, para mantenerlos fuertes a pesar de la pérdida de masa.

Cambio total

La madrugada del 20 de febrero le cambió la vida a la hija, pero también a la madre y al resto de la familia. Todo comenzó con la llamada en la que le informaban que la muchacha estaba en el Hospital Calderón Guardia.

"Es la peor noticia que una madre puede recibir en su vida. Una amiga de ella me llamó y me dijo que a mi hija le habían disparado... casi me descompongo. Cuando llegamos al hospital me dijeron que estaba delicada y fueron casi nueve horas después que nos dijeron que estaba estable. Yo no dejaba de pedirle a Dios", recordó.

Desde entonces, cada día, se aplica una receta esperanza y optimismo.

"A ella la estabilizaron, pero cuando yo subo a verla, estaba llorando y quejándose del dolor en las piernas, decía que no las sentía, por lo que los médicos la mandan de emergencia al San Juan de Dios. Luego de varios exámenes, el doctor me dijo: 'Mamá, su hija no va a volver a caminar, la bala le afectó los nervios, le tocó la médula', pero después de haber sufrido tanto pensando que ella se podía morir, le agradecí a Dios que estuviera viva", rememoró.

Los 21 días que su hija estuvo en la casa, en Desamparados, después de salir del San Juan de Dios, fueron muy duros.

"La dinámica nos cambió completamente (a ella y a los hermanos de la víctima), tenemos que estar pendientes de ella. Los días en la casa fueron muy difíciles porque pasaba llorando y gritando del dolor, obviamente no dejaba dormir a nadie, pero todos dijimos que desvelarse no era tan angustiante como verla sufriendo", continuó.

Video impactante

El día de los hechos, la muchacha se encontraba en un bar de la Calle de la Amargura compartiendo con algunos amigos. Llegaron después del primer día de clases de Contabilidad y Auditoría.

Ahí, según la versión que dio la víctima a su madre, puso sus pertenencias en una silla y eso originó la discusión violenta que acabó en balazos.

"Era una cosa entre mujeres, a ese señor no le competía, ya le había pegado y no era necesario dispararle. A mí me impresiona mucho porque no fue un accidente, la intención era atacarla", aseguró.

Este jueves 3 de mayo el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo a dos hombres, de apellidos Gómez Pérez y Delgado Vega, así como a una mujer apellidada Chaves Silva como sospechosos del ataque.

Después de las capturas, la Policía Judicial divulgó un video que la madre de la joven no quiere ver, para evitar más angustia.

"Lo que pasó ayer (jueves) me trajo un poco de paz, me puso a pensar que se puede hacer justicia, porque yo me cuestionaba como un tipo sin corazón iba a andar en la calle. Mi hija vio el video y se puso mal, recordó que todo pasó muy rápido", dijo.

La mujer espera que su hija abandone el Cenare pronto y aunque deben realizar modificaciones en la casa siente que el positivismo de su hija es invaluable para seguir adelante.

"Hay que cambiar el baño, acondicionar un cuarto y la entrada. Ella me dice que quiere mejorarse, estudiar algo con un énfasis social, hacer deporte y compartir su testimonio con jóvenes. Esa energía, ella me la transfiere todos los días", manifestó.