Libreta mutilada, sin nombres de políticos

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Una libreta a la cual le hacían falta varias páginas y que fue decomisada al capo Caro Quintero no registraba nombres ni teléfonos de personajes políticos.

Así se establece en un estudio realizado por el oficial del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) Fernando Centeno Muñoz, con fecha 12 de agosto de 1985, cuatro meses después de la deportación del capo hacia su país.

La libreta fue decomisada a Caro en la mansión de la quinta La California, en Alajuela, donde fue arrestado con sus cómplices.

De acuerdo con el estudio de Centeno, la agenda tenía 54 páginas y se hallaba dividida alfabéticamente, aunque la división no está completa. O sea, le hacían falta páginas.

El informe incluye 68 números telefónicos de personas físicas o jurídicas costarricenses. Esos números no salieron a la luz pública en aquella época.

El documento de Centeno fue entregado a La Nación por el magistrado de la Sala Constitucional Fernando Cruz, quien fungía como jefe del Ministerio Público cuando Caro Quintero fue detenido aquí, en abril de 1985.

Los teléfonos Según el informe de Centeno, entre los teléfonos ticos figuran el de la Corte Suprema de Justicia y el de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope).

Además, el número de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz y del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas.

También se mencionan tres empresas de bienes raíces, dos depósitos de maderas, tres abastecedores, una firma de inversiones y una empresa periodística.

Pese a que se registran 25 teléfonos de personas físicas, no figuran números ni nombres de políticos de aquel momento.

La libreta también incluía 106 teléfonos de personas o empresas de México.

Aunque el informe recomendó una investigación de cada número, no consta en el expediente judicial que se hiciera.

Fernando Cruz aclaró que mientras fue jefe del Ministerio Público ese documento no le fue remitido por el OIJ. Él dejó ese cargo a finales de 1986.

Se trató de localizar al entonces director de la Policía Judicial, Rodrigo Castro Monge, para consultarle sobre la libreta, pero varias llamadas a su casa no tuvieron respuesta. Se le dejaron mensajes, pero tampoco devolvió la llamada.

Tras dejar el cargo en el OIJ en 1990, Castro fungió como magistrado de la Sala Tercera de la Corte hasta el 2006, cuando se jubiló.

La Nación consultó sobre la libreta al exoficial del OIJ Gerardo Láscarez Jiménez, quien fungía como jefe de la Sección de Estupefacientes del OIJ cuando se arrestó a Caro Quintero, pero respondió que él nunca vio una libreta perteneciente al mexicano.

“Sí vi las joyas y otras pertenencias de Caro Quintero, pero nunca vi una libreta”, reiteró el exfuncionario judicial, ahora pensionado.