Una lancha rápida que llegó el domingo anterior con tres tripulantes ecuatorianos a la Isla del Coco, quienes dijeron haberse quedado a la deriva, trasladaba 12 pichingas para combustible, las cuales estaban vacías.
El dato lo confirmó este martes Fernando Quirós, director regional del Área de Conservación Isla del Coco del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), quien agregó que el caso fue puesto en conocimiento del Servicio Nacional de Guardacostas del Ministerio de Seguridad.
Los ocupantes del navío, que dijeron ser pescadores, son de apellidos Solís, de 26 años (capitán), González (30) y Alvarado (33), y provienen del puerto de Manta, en Ecuador.
Estas personas que aún permanecen en la Isla del Coco, serán puestas a la orden de la Dirección de Migración y Extranjería para que procedan a la deportación a su lugar de origen.
Desorientados. Los ecuatorianos dijeron a los guardaparques que salieron a pescar el pasado 21 de setiembre. Ellos, explicaron, se encargaban de capturar pescado para un barco madre de nombre Próspero. Sin embargo, debido al mal tiempo perdieron el GPS y el contacto con el barco madre.
El capitán Solís informó a las autoridades costarricenses de que fueron otras embarcaciones que los orientaron para llegar a la Isla del Coco a solicitar ayuda.
La lancha, que cuenta con dos motores fuera de borda, tenía equipo de pesca, pero muy poco espacio para almacenar el pescado, situación que llamó la atención de los guardaparques.
En tanto, Geiner Golfin, administrador del Parque Nacional Isla del Coco, dijo que el ingreso casual de la embarcación a la isla, es una llamada de atención sobre la necesidad de contar con mejores recursos para enfrentar situaciones inesperadas.