Ladrones saquean Cen- Cinai de Santa Rosa de Pocosol que alimenta a 594 niños

Además de la sustracción de alimentos, delincuentes defecaron en la cocina del centro

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Varios ladrones saquearon la madrugada de este jueves el Cen- Cinai de Santa Rosa de Pocosol de San Carlos, de donde sustrajeron alimentos que estaban destinados a 594 niños en condición de pobreza extrema.

El robo fue descubierto a las 4 a.m. por el guarda de seguridad, de apellido Jiménez, quien realizaba una segunda ronda por las instalaciones, situadas 200 metros al este del parque de Pocosol. Normalmente, el vigilante está ubicado en un edificio contiguo, a 25 metros y no cuenta con cámaras de video.

Marcela Hidalgo, administradora del lugar, detalló que los maleantes hicieron un boquete en el cielorraso y llegaron hasta la cocina, de donde sustrajeron leche, cereales, arroz, atunes y otros víveres, los cuales iban a alimentar a niños mayores de dos años en condición de riesgo social.

"Todavía no hay un monto de lo robado. Tenemos que valorar los daños, tanto en el techo como en el cielorraso. Los ladrones ingresaron por el costado sur del edificio. Los alimentos estaban bajo llave en varias alacenas, las cuales fueron violentadas", contó Hidalgo.

Del total de niños que son beneficiados por ese centro, 42 tienen desnutrición. Además, se atienden 17 mujeres, algunas de ellas embarazadas y otras en periodo de lactancia. El Cen- Cinai opera de 7 a.m. a 10 p.m. y la mayoría de beneficiados residen en las comunidades de Santa María, Juanilama y Tres por Tres.

Debido a la sutracción este jueves no hubo alimentación para ninguna persona. Además, estaba previsto realizar una actividad para conmemorar el Día del Ambiente, pero tuvo que suspenderse por decisión del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de San Carlos, pues los agentes debían hacer inspecciones.

"Lo sucedido (robo) es un golpe emocional muy fuerte para la comunidad. Es inaceptable que seres humanos le causen un grave perjuicio a niños y madres de escasos recursos económicos. El Cen es la salvación para estas familias pobres, las cuales no tendrían como alimentarse, ya que sus ingresos son muy limitados ", añadió la administradora.

Anais Jiménez, trabajadora del comedor, dijo que sentía asco y cólera por lo ocurrido, por lo que espera que la Policía identifique y detenga a los responsables del hecho.

Al parecer, los antisociales no se llevaron otros electrodomésticos debido a que vieron varios sensores y la alarma, la cual nunca funcionó. En apariencia, escaparon por el mismo punto donde ingresaron.

La denuncia fue presentada al mediodía ante la subdelegación del OIJ de Los Chiles, la cual atiende la zona en que se dio el robo.

Hampa también visitó liceo. Además, en la madrugada, unos ladrones ingresaron a las instalaciones del Liceo de Buenos Aires de Pocosol, situado cinco kilómetros al sur del Cen- Cinai.

De allí se llevaron 37 computadoras portátiles, las cuales habían sido donadas hace cinco semanas por el Ministerio de Educación Pública (MEP) y la organización Omar Dengo. Los equipos eran para 111 estudiantes que cursan entre sétimo y undécimo año.

El robo fue descubierto a las 6:30 a.m., cuando funcionarios de limpieza llegaron al laboratorio de cómputo y se percataron de que las verjas habían sido levantadas y cortadas, aparentemente, con una cizalla. Se sospecha que un hombre de contextura mediana ingresó al aula.

Los malhechores también se llevaron dos cámaras de video y dos parlantes grandes, equipos valorados en unos ¢18 millones. El laboratorio no contaba con alarma ni cámaras.

La profesora de Informática, Marcia Zúñiga Benavides, manifestó que estaba muy dolida por los estudiantes, quienes esperaron durante mucho tiempo y con ilusión la llegada de los ordenadores.

"Los ladrones no tienen ni la menor idea del daño emocional que causaron en los alumnos. Durante estas primeras cinco semanas hicimos varias prácticas y ahora no tenemos con qué hacerlas", expresó Zúñiga.

El estudiante de octavo año, Freddy Picado, dijo sentirse indignado por lo acontecido, ya que hasta ellos habían puesto dinero del que les dan sus padres para colaborar con la instalación eléctrica.

"Espero que no queden sin castigo", manifestó el alumno.

Similar criterio externó Kevin Miranda, quien cursa el sétimo año. "Hoy recibí la peor noticia de mi vida en muchos años. Quedé como congelado cuando me comunicaron lo que pasó. Hasta sentí ganas de llorar", lamentó.