Joven adicto muere amarrado en su casa

Minutos antes de su muerte, el sujeto protagonizó actos de violencia en su hogar

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Limón. Un joven que consumía drogas, de 21 años, falleció en su vivienda luego de que familiares y vecinos le amarraron las manos con cordones y los pies con una faja para tratar de calmarlo, pues se mostraba muy agresivo.

El hecho, indagado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), acaeció la noche del jueves en una humilde casa en el sector de Pacuare Viejo, dos kilómetros al norte del centro de Limón.

Tanto el OIJ como la Fuerza Pública identificaron al fallecido con el apellido Mc Donald. El sujeto no tenía antecedentes policiales, pero en los últimos meses lo habían visto consumiendo drogas.

La Policía Judicial indicó que el cuerpo fue trasladado a la Medicatura Forense, en San Joaquín de Flores, en Heredia, con la finalidad de que sea la autopsia la que determine cuál fue la causa de muerte.

Alerta por violencia. Erick Calderón, subjefe de la Fuerza Pública de Limón, detalló que el pasado jueves alrededor de las 7:30 p. m. ingresó una alerta al Sistema de Emergencia 9-1-1 sobre un caso de violencia doméstica en Pacuare Viejo.

Los primeros oficiales que llegaron al sitio señalaron que encontraron a un hombre, el cual estuvo amarrado y al parecer ya se encontraba fallecido, por lo que solicitaron la colaboración de la Cruz Roja para verificar su estado de salud.

Luego los socorristas determinaron que el joven tenía varios minutos de fallecido.

“Estuve conversando con el papá y la mamá y ellos me comentaron que el muchacho tenía varias semanas de estar deprimido, situación que lo había llevado a consumir drogas. Dijeron que el muchacho quería conseguir trabajo, pero nadie lo contrataba”, relató Calderón, quien llegó al lugar para conocer más detalles de la situación.

Según explicaron los allegados a las autoridades, el joven llegó el jueves bastante agresivo, golpeando y tirando cosas. Intentaron apaciguarlo, pero no se calmaba.

Entonces, entre familiares y vecinos tomaron la decisión de atarlo de manos, usando cordones de zapatos y, con un cinturón, le inmovilizaron los pies.

“Era un muchacho alto y grueso. Considero que fuerte. Cuando llegué estaba en el suelo, sin vida. Por lo que vi no presentaba lesiones importantes; sí recuerdo que tenía un golpe en la boca.

”Ya le habían quitado la faja de los pies. Los familiares estaban muy afectados. Insistían en que solo querían controlarlo y que debieron forcejear con el muchacho”, narró Calderón.

Tanto el jefe policial como el OIJ prefirieron no conjeturar sobre la posible causa de muerte.

La familia también les comentó a los agentes del OIJ que, aunque en ocasiones anteriores Mc Donald había mostrado conductas violentas, nunca antes habían tenido que amarrarlo, ni tampoco en alguna otra ocasión habían pedido la ayuda de la Policía.

Aunque se intentó hablar con algunos vecinos, nadie en la comunidad quiso referirse al tema por solidaridad con la familia.