La incertidumbre generada por la huelga de empleados públicos en cuanto al suministro de combutibles, obligó a la Cruz Roja Costarricense a tomar medidas para garantizar la atención de pacientes en estado crítico a los centros médicos.
Dicha institución decidió suspender, en forma temporal, el despacho de ambulancias para trasladar a personas cuya integridad física no se encuentre en peligro inmediato.
La intención es darle prioridad a pacientes que requieren atención urgente (código rojo) o que presenten una condición con riesgo para la vida (código amarillo).
Jim Bartres, subdirector de la Dirección Nacional de Gestión de Riesgo y Respuesta a Emergencias, de la Cruz Roja, sostuvo que era importante tomar medidas ante la incertidumbre surgida en los últimos días respecto al abastecimiento de combustible.
Sin embargo, Batres enfatizó que la institución no ha afrontado ningún faltante de gastolina.
“Desde la semana pasada, le solicitamos a todas las bases y al personal nuestro en las diferentes regiones, que empezaran a generar un plan de contingencia ya que, en el momento, había mucha incertidumbre”, detalló.
“No ha habido desabastecimiento de combustible. Desde la semana pasada se promovió que los comités fueran a las diversas bombas para hablar con los dueños, quienes se mostraron anuentes para cooperar tanto con Cruz Roja como con el Cuerpo de Bomberos y Fuerza Pública”.
Además, el subdirector aprovechó para hacer un llamado a la población con respecto al uso apropiado de los sistemas de atención de emergencias.
“Nos gustaría aprovechar la coyuntura para educar a la población en lo que conlleva un verdadero sistema emergencia y hacer un llamado a la población de hacer uso racional y responsable de los servicios”, agregó.
La Cruz Roja explicó que el servicio de emergencia pre-hospitalario del país es uno de los pocos, a nivel mundial, que atiende casos que no son de emergencia.
El protocolo de la institución benemérita clasifica estos casos como códigos verdes. Se trata de personas que presentan lesiones leves o eventos médicos cuya atención puede postergarse sin poner en riesgo su integridad física.
Según la directriz, a estos pacientes se les debe solicitar que, en la medida de lo posible, busquen trasladarse al centro de salud por otros medios, a menos de que presenten las siguientes características:
- Si se trata de un paciente encamado.
- Si el paciente es un adulto mayor.
- Pacientes en estado de abandono.
- Si se trata de un menor de edad en un centro educativo.
- Si el paciente está en riesgo social.
- En caso de sospechar que el paciente es víctima de trata de personas.
- Paciente que presentan intenciones suicidas.
Según la orden emitida por la Cruz Roja, los despachadores tienen el deber de informar a los usuarios, en todos los casos, las razones de esta decisión temporal. Además, los operadores deben registrar, en todo incidente, la causa por la cual no se despacha la unidad.
Para el subdirector, este protocolo “debería ser la constante diaria, con el fin de optimizar los servicios de la Cruz Roja”.
Bartres explicó que la gran mayoría de llamadas que reciben del sistema de emergencias 9-1-1 provienen de pacientes que son considerados “códigos verdes”.