Hoy hace 50 años: Tico en estado de ebriedad intentó secuestrar avión para viajar a Cuba

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Texto original publicado por La Nación el 12 de junio de 1971.

A un taxista de Golfito de 25 años de edad se le atribuye haber intentado secuestrar ayer a las 11:50 a. m. el bimotor Curtiss C-46 de Lacsa TI-1024.

Este fue el mismo avión desviado en octubre de 1970 a Cuba por otros secuestradores, para lograr la liberación de Carlos Fonseca Amador.

El joven taxista que al parecer estaba bajo los efectos del licor y otras circunstancias, saltó la fila de pasajeros que trataba de abordar el avión en Golfito hacia la capital, armado con un cuchillo de cocina de seis pulgadas de largo, con puño de madera.

Al parecer, el muchacho es hijo de un taxista que vive en San José y de una señora que trabaja en Golfito.

De acuerdo con las autoridades, el joven salió de la fila que esperaba la revisión de equipajes, en busca de armas, subió la escalinata y amenazó al sobrecargo de Lacsa, señor Echeverría.

Le colocó el cuchillo al lado izquierda del pecho y gritó: “Solo el piloto y usted (dijo a Echeverría), subirán al avión y nos vamos para Cuba”.

Todo el mundo se quedó frío, informaron personas que presenciaron el incidente. La estupefacción duró segundos, sin embargo, porque en eso el señor Norberto Solórzano, salió disparado hacia el presunto secuestrador y le dio un golpe para desviar el cuchillo que amenazaba a Echeverría.

En seguida le dio varios golpes porque la punta del cuchillo aún podía alcanzar a Echeverría, quien trataba de esquivar los navajazos.

La dramática pelea la presenciaron muchas personas. Al final, Solórzano agarró al joven por los brazos, empapados en sudor por el calor del puerto, y lo entregó a las autoridades.

En otras noticias:

Valioso giro postal desapareció

Un sobre procedente de los Estados Unidos, enviado por un costarricense a su esposa, quien radica en esta capital, desapareció sin dejar rastros, según consta en una denuncia que hizo ante las autoridades de investigación la señora María Elena Cordero.

Agregó que no existe la posibilidad de error en este caso porque su marido -dijo- le avisó en repetidas ocasiones la fecha casi exacta en que llegaría el cheque por $350.

“Esto fue confirmado por él en una última conversación telefónica que tuvo conmigo”, dijo la ofendida.