Texto original publicado por La Nación el 13 de diciembre de 1971.
Un intento de secuestro de un avión propiedad de la compañía nicaragüense Lanica fue frustrado por la Guardia Civil. El vuelo se originó en Miami ayer a las 9 de la mañana, hizo escala en El Salvador poco después, donde bajaron y subieron pasajeros con rumbo a Managua, final del vuelo. Fue allí donde subieron los tres secuestradores.
Al poco rato de haber despegado el avión de San Salvador, los secuestradores se pusieron en evidencia. Uno se metió en la cabina de mando del avión y encañonó al piloto, capitán Miguel Murciano, y le ordenó desviarse a Cuba. Otro hombre con una pistola, se situó en la parte posterior de la nave, que en ese momento llevaba 46 pasajeros, y los amenazó con una pistola automática. El tercer hombre se plantó en el centro de la cabina con un puñal y anunció a los pasajeros el secuestro.
El capitán Murciano y el copiloto Octavio Campo advirtieron al secuestrador que tenían a la vista, que no había suficiente carburante en los tanques para volar hasta Cuba. El capitán dijo al secuestrador, que le tenía colocada en la cabeza una pistola modelo 45, que era necesario aterrizar en Las Mercedes. El hampón le dijo que si aterrizaba en Managua lo mataría, pero el piloto le señaló el marcador de combustible y lo convenció de que estaban cortos. El secuestrador sugirió aterrizar en Costa Rica.
De esta forma, el piloto enfiló la nave hacia el aeropuerto internacional Juan Santamaría. Inmediatamente después de aterrizar se informó que el avión estaba en manos de varios secuestradores que exigían que se llenaran los tanques porque el avión sería llevado a Cuba. Las autoridades ticas ofrecieron dar el combustible si bajaban los pasajeros, a lo que los piratas respondieron con una negativa rotunda.
Después de amenazas y disparos a varios pasajeros, ninguno mortal, el piloto realizó una estrategia que concluiría con la toma: dejó los motores funcionando a ralentí por dos horas hasta que se incendiaron por recalentamiento, empezando por la derecha, que lanzó llamas rojas por la parte frontal. Finalmente, todo terminó con uno de los asaltantes fallecido y los otros dos detenidos.
En otras noticias:
Guardia Civil demostró sacrificio y valentía, dice ministro
El ministro de Seguridad Pública, don Fernando Valverde, dijo ayer, después del desenlace en el aeropuerto Juan Santamaría, que “las autoridades han demostrado ecuanimidad, valentía y arrojo Fue alto el espíritu de sacrificio de la Guardia Civil en la acción que culminó con el apresamiento de los guerrilleros.
“Tomamos la determinación de que de ninguna manera el avión debía seguir hacia Cuba. Planeamos todo teniendo como mira la integridad física de las muchachas aeromozas, el copiloto y el piloto. Dí la orden primero de desinflar las llantas del avión, lo cual se hizo, para demostrarles a los secuestradores que había determinación firma de que el avión no saliera del aeropuerto”, declaró el ministro.
“Dichosamente, todo resultó como estaba planeado y Costa Rica ha dado una demostración al mundo de cómo resuelve este tipo de problemas”, recalcó Valverde, quien agradeció a todo el personal de Seguridad su trabajo de ayer y manifestó que “hemos cumplido nuestra labor”.
Carabineros chilenos impidieron asalto a la Papelera Nacional
Policías civiles y carabineros rechazaron anoche el intento de un grupo de ultra-izquierdistas para apoderarse de la planta productora de papel de diario que está cerca de la ciudad de Concepción. Alrededor de treinta jóvenes llegaron en un bus hasta las puertas e intentaron ingresara a la misma pero fueron interceptados por uno número igual de policías. No hubo violencia.
La planta es propiedad de la compañía manufacturera de papeles y cartones que dirige el expresidente de la República, Jorge Alessandri. El gobierno del Presidente Salvador Allende realiza esfuerzos para asumir el control de la empresa mediante la compra de acciones que están en manos privadas.
Según un anuncio oficial, hasta ahora ha adquirido el cinco por ciento del total. Intereses privados también están comprando acciones. Estos también han adquirido el cinco por ciento de las acciones. Su propósito es evitar que la planta productora de papel pase a manos del estado porque, según señalan, ello pondría en grave peligro la libertad de prensa en Chile.