Hijos de hombre fallecido en altercado con chofer de bus piden justicia: ‘Mi papá no era borracho, drogadicto, ni indigente’

Familiares recuerdan a don Alejandro Rivera como un señor solidario, que no se metía con nadie, que se ganaba la vida lavando y cuidando carros en Guadalupe

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Alejandro Rivera Fernández tenía 62 años y aún se ganaba la vida trabajando. Era muy conocido en Guadalupe de Goicoechea porque cuidaba carros al costado oeste del parque. La noche de este domingo abordó el bus que siempre agarraba para ir a cenar a la casa de su hija en Mozotal, pero no logró llegar.

Según los relatos de testigos y lo que se aprecia en un video de un pasajero, don Alejandro tuvo una discusión con el chofer de la unidad a eso de las 6:54 p. m., supuestamente porque no le habría querido pagar el pasaje. El conductor, de acuerdo con los pasajeros, lo golpeó y lo sacó a empujones del autobús, cayó en la acera y sufrió un golpe en la cabeza que le causó la muerte.

Este lunes, en el sitio, tres de los hijos de don Alejandro lo recuerdan como un señor trabajador, enfermo y que no se metía con nadie y ahora claman para que su muerte no quede impune.

“No tengo palabras y ahora viendo los videos, viendo la cara de él (su papá) diciéndole al chofer ‘¿por qué me pega si estoy pagándole el pasaje?’ Mi papá es una persona frágil, imagínese qué puede pesar, 45 kilos, 62 años, un adulto mayor, que se le tiren como se le tiraron de esa manera, lo que hizo fue desnucarlo. Todavía los pasajeros le dicen que vea lo que está haciendo”, relató Christopher Rivera.

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Su hermano Vladimir Rivera Smith también estaba en Guadalupe este lunes, completando algunas gestiones administrativas y buscando recursos para cubrir el funeral. Él recuerda a su papá como una persona solidaria, que siempre ayudaba a los demás.

“Él hacía mandados a las personas, cuidaba carros, lavaba carros en la calle. Él no molestaba a nadie, pues sí, podría tener sus defectos, como todo ser humano, pero él no era ningún borracho, drogadicto, ni indigente como muchas personas señalan en redes sociales”, sostuvo.

La más vehemente fue su hermana Alejandra, la mayor de la familia. Ella relata que hace unos años vivió muy cerca de donde ocurrió la agresión a su papá, así que una exvecina, llamada Meilyn, la llamó y le contó, que incluso una hija había visto todo, que el chofer lo agredía, lo tiró y lo pateó.

Recordó que además de estar mayor, había estado muy enfermo, aquejado de una severa enfermedad.

“Espero justicia, porque la muerte de mi papá no se va a quedar así, mi papá era un adulto mayor, él estaba enfermo de cáncer y hace poco lo atropelló un carro, de hecho andaba la pierna lastimada, no podía ni caminar. Y quiero aclarar un dato, él no estaba borracho, en el accidente del carro perdió la plancha y por eso hablaba así”.

Según insistió, su padre tenía muchos años de no tomar licor, incluso era una condición que tenía que cumplir para ir a su casa en Mozotal. Solo le quedó el vicio del fumado, recuerda Alejandra.

Ella asegura que tenía constante contacto con su papá, porque a mediodía le llevaba almuerzos ahí en los alrededores del parque, donde trabajaba desde hace unos cuatro años, o lo esperaba en la casa en las noches para darle la cena.

Una nueva vida

Por su parte, Daniel Rivera, hermano del fallecido, explicó a ‘La Nación’ que su hermano recientemente había culminado un proceso de rehabilitación en su clínica para tratar adicciones y que “estaba empezando su vida de nuevo”.

Comentó que siempre ha sido un hombre muy trabajador y dedicado a su familia, por lo que comenzó a laborar con mucho entusiasmo y esfuerzo luego de salir de la clínica, donde pasó poco más de un año internado.

Asimismo, dijo que la familia se encuentra muy dolida por la situación y que por el momento se concentrarán en hacer las diligencias correspondientes por el fallecimiento, pero destacó que esperan que el Ministerio Público haga un buen trabajo a la hora de abordar este caso. “Estamos consternados, es una situación muy incómoda y lamentable”, afirmó.

La familia está recolectando recursos para poder sufragar los gastos del funeral. Las contribuciones las reciben por el sinpe móvil 6442-2046. La vela, según mencionaron sus allegados, será en la iglesia de Guadalupe.