Hampa deja sin computadoras a 41 niños de escuelita rural en Santiago de Paraíso

Pese a que la escuela La Fuente está rodeada de casas y los vecinos escucharon la alarma y el vidrio al quebrarse, nadie llamó a la Policía.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

En menos de dos años una escuelita rural en Santiago de Paraíso sufre los golpes del hampa, que esta vez dejó a 41 niños sin computadoras. El fin de semana los delincuentes hicieron un hueco en una malla perimetral, quebraron una ventana de la dirección para desconectar la alarma y luego fueron directo por los equipos electrónicos.

Pese a que la escuela La Fuente está rodeada de casas y los vecinos escucharon la alarma y el vidrio al quebrarse, nadie llamó a la Policía. Fue hasta este lunes, a las 6 a. m. cuando llegó la cocinera y conserje, quien al ver los destrozos llamó a las autoridades.

Según relató Bernardita Corrales Urena, directora de este pequeño centro educativo, esta vez quitaron una lámina del cinc y luego el cielorraso, para caer directo en la dirección, donde está la alarma. Destruyeron el sistema de grabación y cortaron los cables de electricidad, telefonía e Internet. Por eso ella sospecha que son gatos caseros, que conocen la distribución de la estructura.

“A lo que hemos contado se llevaron ocho computadoras (cuatro de ellas de cuarto grado y las demás de otros niveles, como kinder) qué apenas a mediados de abril nos dio el Ministerio de Educación. Son de la Fundación Omar Dengo, las últimas que ellos entregaron, qué debían de quedarse aquí en la escuela pero por la inseguridad (nosotros no tenemos guarda), los estudiantes se las llevaban a la casa. Estas qué quedaron eran de unos niños que el viernes las dejaron aquí porque les daba miedo que les pasara algo en la casa. Todas las computadoras están nuevas porque nos habían renovado el equipo y estaban guardadas dentro de una armario”, relató la educadora.

Agregó que también entraron a la cocina, pero como era de noche seguro no encontraron la bodega de alimentos, porque fue de lo poco que sobrevivió.

“Toda la escuela la dejaron regada, sacaron todas las gavetas pero no se llevaron impresoras, el escáner, ni parlantes, venían por las computadoras, ni la pantallita que hace poco nos donaron y seguro buscando dinero, pero aquí no se maneja, es como si buscaran algo; los maletines de las computadoras las dejaron en los pasillos”, manifestó Corrales, quien tiene poco menos de dos años a cargo del centro educativo que cuenta apenas con 11 funcionarios, entre maestros y administrativos.

Apenas en diciembre del 2021 se les habían metido a robar. En aquella ocasión los dejaron sin 15 computadoras, un parlante, un proyector, la pantalla y comida.

Este segundo robo ocurre apenas 15 días después de que entraran a la escuela de Piedra Azul, en el mismo distrito en Paraíso, donde se robaron 50 computadoras. La distancia entre un centro educativo y el otro es de apenas 3,3 kilómetros.

Milton Alvarado, director regional de la Fuerza Pública de Cartago no descartó que haya relación entre ambos robos, pues son delincuentes que andan buscando equipo tecnológico y que aprovechan que es una zona rural, con escuelas sin guardas.

“Hemos girado una instrucción a las delegaciones de la zona para tratar de patrullar en la noche-madrugada, principalmente los fines de semana en los centros educativos que no cuentan con guarda de noche. Estamos dándonos a la tarea de hacer visitas a los centros educativos para hacer una revisión de las condiciones de seguridad y hacer unas recomendaciones si se identifica que hay alguna deficiencia en seguridad y preveerla y mejoras en infraestructura. En este caso la zona cuenta con poca iluminación”, destacó.

Este lunes los niños de la escuela La Fuente no acudieron a clases, pero este martes regresaron un poco tristes, sin equipos para aprender. Bernardita Corrales reconoció que al ser una escuela pequeña, con poco presupuesto, no tienen recursos para reparar la malla, el cielorraso y los cableados y reponer los equipos. Incluso pidió apoyo a la Municipalidad de Paraíso para que, ojalá, le instalen sistemas de monitoreo para vigilar frente al centro educativo.