Guarda fue detenido como sospechoso de traer nicaragüenses para explotación sexual

Coterráneas del sujeto habrían accedido a trabajar en oficios domésticos, pero al llegar a Costa Rica todo cambió

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La Policía de Migración y la Fiscalía de Heredia detuvieron la tarde del viernes a un guarda, como sospechoso de trata de personas con fines de servidumbre sexual.

Al hombre, de apellidos Torres Medina, se le allanó la casa la mañana este sábado en La Aurora de Heredia, con el fin de rescatar a las dos víctimas de la supuesta trata.

Una denuncia ingresada al sistema de emergencias 9-1-1, permitió localizar y auxiliar a las dos nicaragüenses, de 29 y 34 años.

Ambas dijeron que, mediante engaños, Torres se comunicó con ellas para traerlas al país bajo la promesa de darles trabajo como empleadas domésticas en unos condominios ubicados en Heredia, donde él era guarda de seguridad.

Al parecer, Torres, aprovechándose de la necesidad y vulnerabilidad de las mujeres, les financió el viaje desde Nicaragua. Las víctimas ingresaron al país por un puesto no habilitado de la frontera norte, el domingo 21 de marzo.

En su relato dijeron que habían intentado entrar desde el sábado 20, pero fueron asaltadas por coyotes y tuvieron que esperar.

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El domingo en la noche llegaron a Heredia y fueron recibidas por Torres y trasladadas a la vivienda allanada.

Las víctimas se percataron de que se trataba de un engaño, luego de que una de ellas estaba siendo sometida a agresiones sexuales y la otra fue llevada por el imputado a otro domicilio, para iniciar una posible explotación sexual.

Ambas afirmaron ser amenazadas por Torres con entregarlas a la Policía por su condición migratoria irregular, si no hacían lo que él les pedía.

Las mujeres se encuentran en buen estado de salud y tras su abordaje, fueron auxiliadas como corresponde, mientras que Torres quedó a las órdenes de la Fiscalía de Heredia.

De acuerdo con el artículo 172 del Código Penal, la trata de personas es castigada con una pena de prisión de entre seis y diez años.

La rápida respuesta de la Policía de Migración permitió sacar a las víctimas de un ambiente que iba en detrimento de su dignidad humana.

Las autoridades permanecen alertas para evitar este tipo de delitos, pues el 14 de enero pasado una nicaragüense que tenía varios años de vivir aquí fue detenida por el OIJ por un hecho similar.

La mujer era vecina de Concepción de Alajuelita. Se le acusa de haber traído a una menor desde su país de origen para explotación laboral y sexual.