Fuerza Pública arrastra faltante de 900 policías

Proceso de reclutamiento y curso tardan cerca de año y medio

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En una época en que los homicidios vienen en aumento y la lucha contra el narcotráfico debe ser más intensa, la Fuerza Pública ha visto disminuido el número de sus efectivos.

Este cuerpo policial arrastra un faltante de 944 oficiales que dejaron su puesto entre el 2014 y el 5 de abril de este año.

Según datos del Ministerio de Seguridad Pública, el personal en cargos de policías pasó de 14.364 a 13.420.

Estas plazas se han perdido principalmente por jubilaciones (322), renuncias (299) y despidos (192), entre otras razones.

Para el director de la Fuerza Pública, Juan José Andrade, quienes se ven más afectadas por esta disminución son las comunidades donde hay menos policías.

“Hoy tenemos más trabajo, con menos recursos, menos policías, y esto está dificultando el trabajo del día a día de la Fuerza Pública”, manifestó.

El jefe policial comentó que han tenido que cambiar estrategias y aumentar esfuerzos para dar abasto en algunos lugares.

Por ejemplo, el traslado de oficiales de algunas localidades para llevarlos a otras que requieren de mayor atención.

Tal es el caso de Playas del Coco, en Carrillo, Guanacaste, donde se tuvo que llevar a policías que estaban trabajando en sitios como Guadalupe y Moravia, de San José, debido a un problema de inseguridad que había en la zona, el cual quedó en evidencia tras la muerte de un joven que fue vapuleado y asesinado por una turba el 26 de marzo anterior.

Dificultades. El ministro de Seguridad, Gustavo Mata, explicó que el problema es que se tarda en recuperar esas plazas.

Un policía que se pierde es recuperado hasta un año y medio después, ya que debe pasar por un proceso de reclutamiento que dura alrededor de cuatro meses y luego llevar el curso básico policial, que tarda un año, enfatizó el funcionario.

Otra de las razones que causa atrasos es la disminución de personal del área administrativa.

El Ministerio de Seguridad pasó de tener 3.000 funcionarios a 1.500 en los últimos cuatro años. Lo anterior, debido a que son empleados interinos y, cuando se les vence el nombramiento o deciden irse, no se pueden contratar por la directriz del Gobierno para ahorrar y restringir gastos.

“Tenemos menos gente en reclutamiento y eso entorpece el procedimiento, agregó Mata.

Consideró también que algunos policías renuncian porque reciben una nueva oferta laboral que es mejor pagada y menos riesgosa, y ante eso, la entidad no puede competir.

“El policía es mal pagado, es la persona que está poniendo la sangre en las calles por ¢460.000 de salario. En algún momento, hay que revisar esto para que nuestros policías tengan una solvencia económica”, dijo Mata.

Ese bajo salario también los hace más vulnerables a caer en corrupción, dijo el ministro. Otro factor son las jornadas laborales de seis días continuos y otros seis libres, que deben cumplir en comandancias deterioradas.

Sin presupuesto. El titular de Seguridad comentó que, recientemente, el presidente Luis Guillermo Solís le pidió idear un plan para contratar 1.000 nuevos policías –aparte de las 900 plazas que están vacantes– en un plazo de seis meses.

Sin embargo, aseguró que esa tarea es “difícil” por falta de presupuesto. Por ello, el Ministerio ha insistido ante los diputados para que aprueben el impuesto a sociedades.