Dos oficiales de la Fuerza Pública fueron detenidos como sospechosos de cometer un robo en perjuicio de una mujer en Alajuelita, San José.
Los primeros informes del Ministerio de Seguridad Pública revelan que una mujer llegó la tarde del martes a la delegación de La Aurora de Alajuelita para denunciar un robo de dinero en su contra, perpetrado por aparentes policías.
El caso fue atendido de inmediato y, después de algunas coordinaciones, otros oficiales de la Fuerza Pública aprehendieron a los dos policías de apellidos Calderón y Venegas.
Según el Ministerio de Seguridad, ninguno de los dos sospechosos tiene antecedentes y su expediente policial está limpio.
Calderón, de 27 años, ingresó a la Policía el 17 de enero de 2011 y Venegas, de 28, entró el 18 de junio de 2007, ambos laboran en sedes policiales de San José.
La Fuerza Pública buscará sentar las responsabilidades del caso, como parte de su política de garantizar cero tolerancia ante cualquier presunta anomalía en la que incurran sus funcionarios.
Ambos quedaron a la orden de la Fiscalía.
El Ministerio de Seguridad, de forma paralela, abrirá un proceso administrativo en contra de los dos funcionarios, según un comunicado.
La Unidad Operativa de Dirección Funcional informó de que este miércoles en la tarde se inició la audiencia de solicitud de medidas cautelares en contra de los sospechosos de robo agravado.
La causa de tramita bajo el expediente 16-031148-042-PE.
Policía llegó ebrio En otro caso que involucra a un oficial de la Fuerza Pública, el director de la región Caribe del Ministerio de Seguridad Pública, Edwin Miranda, informó de que se abrió un órgano disciplinario contra un policía de apellido Balladares, de 47 años, por presentarse ebrio a trabajar.
Según Miranda, el sábado pasado el jefe de puesto de Siquirres le alertó que observaba a Balladares en aparente estado de ebriedad, por lo que se activó el protocolo para estos casos.
Al comprobarse que tenía casi 70 gramos de alcohol por litro de sangre, mediante una alcoholemia, se procedió a quitarle el arma y a evitar que prestara sus servicios en esas condiciones.
De igual manera, se le abrió un proceso disciplinario para que responda según lo establece el debido proceso.
Miranda explicó que el resultado del estudio disciplinario puede durar varias semanas y, mientras tanto, el funcionario sigue laborando.
Balladares tiene 24 años de trabajar para la Fuerza Pública.