Uno de los principales golpes que efectuaron las autoridades policiales y judiciales a las FARC ocurrió el 14 de marzo del 2008, cuando se descubrió que ocultaban $480.000 dentro de una caja fuerte de una residencia, situada en barrio Jesús de Santa Bárbara de Heredia.
El hallazgo del dinero se produjo tras una alerta que provino de Colombia, luego de la muerte del segundo en el mando de las FARC, el comandante Luis Édgar Devia Silva, alias Raúl Reyes, quien fue ultimado el 1.° de marzo de ese año en Ecuador, durante un ataque aéreo del ejército colombiano.
La información del dinero se extrajo de la computadora personal de Reyes, la cual fue encontrada en el campamento donde fue asesinado.
En una bodega situada detrás de la casa se encontró la caja fuerte electrónica que guardaba los dólares, los cuales eran de baja denominación ($10 y $20) y que estaba un “poco viejo”.
El dueño de la casa donde se encontró el dinero era un profesor universitario de apellido Gutiérrez, quien fue decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional (UNA), así como vicerrector y aspirante a la rectoría a finales de los 70.
Junto a su esposa, de apellido Prado, máster en Educación, reconoció que aquella caja la habían recibido en 1997 de un dirigente de las FARC, identificado solo como Ricardo.
Aquel hombre era Rodrigo Granda Escobar, el llamado “Canciller” de las FARC.
Dicho dinero provino del rescate en Colombia de dos ejecutivos de la empresa farmacéutica que fueron secuestrados por la guerrilla colombiana.