“El caso de mi hijo se ha llevado como si en aquella plaza hubiera muerto un animal y no una persona”.
Esas palabras son de Cecilia Valverde Villalobos, madre del joven Melvin Valverde Villalobos, de 29 años, quien falleció el 14 de enero del 2013 tras recibir la cornada de un toro en el cuello, en el redondel de fiestas de Palmares, Alajuela.
Tres años después, la madre, la pareja y la expareja del fallecido (estas dos últimas, mamás de sus dos hijas, quienes hoy tienen 10 y 15 años) luchan porque los organizadores de las fiestas paguen una indemnización por la muerte del hombre, quien se desempeñaba como guarda de seguridad.
El 4 de abril del 2014, esta familia de Tres Marías de Palmares presentó una demanda contra la Asociación Cívica Palmareña (ACP), la Municipalidad de Palmares y el Estado. En esta alega que durante la realización de los festejos no se pagó una póliza de responsabilidad civil para los toreros improvisados.
Dicha cobertura se encuentra establecida en el Reglamento de Actividades Taurinas, decreto ejecutivo del Ministerio de Cultura, del 5 de mayo del 2008.
“Ellos (los organizadores) engañan a los toreros haciéndolos firmar una póliza que no existe. Yo tengo videos donde salen los toreros improvisados con un papel y ellos dicen que es una póliza”, dijo Patricia Mora, quien era pareja de la víctima.
Por esta demanda, el 5 de noviembre del 2015 hubo una audiencia preliminar en el Tribunal Contencioso, en San José.
Como las partes no llegaron a un acuerdo conciliatorio, el caso se llevará a juicio, explicó el abogado de la familia, Jorge Rodríguez.
Todavía no se tiene una fecha definida para el juicio. Además, la defensa de los demandados solicitó agregar al expediente una prueba para esclarecer si el fallecido tenía determinados padecimientos que podrían haber acortado su vida.
“Este proceso solo lo entiende la persona que ha perdido a un hijo, ha sido bastante duro. Uno no esperaba que Palmares actuara de esta manera y tuviera que llegar hasta estos puntos”, manifestó la madre en una entrevista con La Nación.
Sin protección. Según Rodríguez, en enero del 2013, cuando la ACP realizó las tradicionales fiestas de Palmares, presentó una póliza de responsabilidad civil para el campo ferial, pero esta no cubría las actividades taurinas.
El abogado señaló que, pese a ello, el municipio otorgó el permiso para la actividad.
El jurista manifestó que, ese año, el tope estuvo dedicado al alcalde de Palmares, así como al Concejo.
“La familia está en una situación de dolor y en una situación económica que no se justifica, porque es una asociación que mueve mucho dinero y que está engañando a los muchachos que son parte del show .
”Nos llama la atención que durante tantos años se han buscado remedios, pero es como si se hubiera muerto cualquier animal”, expresó el abogado Juan Diego Castro, quien también representa a los familiares del muchacho fallecido.
Consultado sobre el tema, el abogado de la ACP que está a cargo de este asunto, Johnny Mora, se limitó a decir: “Lo que está en discusión es que, según la demanda, la Municipalidad autorizó hacer unas fiestas en Palmares sin haber cumplido los requisitos; uno de ellos es la existencia de la póliza”.
Mora no ahondó en la existencia o no de dicha póliza y también declinó referirse a las razones por las que no hubo conciliación.
Sin embargo, el actual abogado que representa a la Asociación, Arvid Bokenfohr, expresó que él tiene entendido que la póliza del 2013 no cubría ese tipo de daño.
Bokenfohr enfatizó que después de lo sucedido en el 2013, se tomaron medidas en materia de seguros y pólizas para cubrir la muerte, incapacidad o gastos médicos. Lo anterior, por un monto de hasta ¢1 millón.