Oficiales de la estación de Guardacostas de Caldera detuvieron a cuatro sujetos en la playa conocida como El Hoyo, en el golfo de Nicoya, donde estaban practicando pesca ilegal de langostas, muchas de estas en fase juvenil y por debajo de la talla permitida por ley.
Se trata de tres adultos de apellidos Porras, Sibaja y Barrantes, junto con un menor de edad, ninguno de los cuales poseía licencia de pesca.
A los sospechosos se les decomisó un saco donde tenían las 176 langostas, con un peso total de 16 kilogramos. Muchas se encontraban en etapa juvenil, por lo que la legislación en materia pesquera no permite su aprovechamiento para fines comerciales.
Durante la intervención, las autoridades descubrieron que los sospechosos portaban linternas, mascarillas y tres chuzos de tres picos. Todo este equipo fue confiscado después de gestionar la autorización correspondiente del fiscal de Puntarenas.
Las autoridades indicaron que esta práctica ilegal tiene repercusiones negativas en la economía local y que afecta especialmente a otros pescadores que cumplen con la ley y que, posteriormente, se ven privados de productos para su propia pesca.
Las langostas fueron enviadas al Departamento de Investigación Biológica del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) para evaluar el impacto ambiental.
Los resultados de esta evaluación se incorporarán al caso que la Fiscalía de Flagrancia de Puntarenas está llevando contra los tres adultos. En cuanto al menor involucrado, fue entregado a la Fiscalía Penal Juvenil para el debido proceso legal.
La langosta es un crustáceo muy apetecido, que se encuentra en ambos litorales de nuestro país. En algunas ocasiones, las autoridades han dictado vedas durante varios meses, principalmente en el Caribe, para evitar su pesca durante el pico de reproducción, que es entre marzo y junio. El objetivo es garantizar la sostenibilidad del recurso.