Las denuncias por delitos sexuales que ocurren por medio de Internet aumentaron en los primeros meses de este 2017.
Según Alexánder Arroniz, jefe de la Unidad de Delitos Sexuales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), durante el 2017 han recibido 63 acusaciones por ese ilícito, lo que equivale a un promedio de 10,5 por mes, mientras que, en el 2016, la media era de entre tres y cuatro casos.
No obstante, el hecho de que la tecnología esté tan al alcance de las personas hace pensar a la Policía Judicial que las denuncias aún son pocas, es decir, que existe una alta cifra oscura.
Los delitos sexuales por medios tecnológicos ocurren cuando por Facebook, Messenger, grupos de WhatsApp o alguna otra red social se da un intercambio de fotografías o videos de personas desnudas sin su consentimiento, incluso hay casos en los que las imágenes reflejan un violación.
Lo que más preocupa a las autoridades es que las principales víctimas son menores de edad que viven fuera de Costa Rica. Por el contrario, los agresores sí residen acá.
"Desgraciadamente las principales víctimas de este tipo de delitos tecnológicos o cibernéticos son los menores de edad. Estamos analizando últimamente mucho material, esto se está haciendo a nivel mundial en conjunto con otras organizaciones", explicó Arroniz.
Continuó: "Están compartiendo demasiada pornografía infantil que descargan de una página u obtienen de diferentes grupos".
Pero, ¿a qué se debe el incremento en las denuncias? El funcionario cree que la desarticulación de grupos criminales dedicados a la difusión de pornografía infantil ha influido en el alza de las denuncias.
Eso sí, Arroniz reconoció que el delito es "relativamente nuevo para esa unidad".
Imágenes grotescas
Durante este año, las autoridades han detectado proyección de imágenes fuertes de niños entre uno y diez años, muchos contactados por alguna red social que posteriormente son víctimas de violaciones.
En algunos casos se detectan amenazas y aunque la víctima y el ofensor no se conocen, hay una manipulación que desencadena el intercambio de fotografías o videos de niños totalmente desnudos, las cuales luego se difunden en redes internacionales.
Según las investigaciones, los videos en los que los pedófilos violan a los niños son comercializados posteriormente a un precio alto, aseveró el jefe de la Unidad de Delitos Sexuales, aunque no precisó montos.
"Estamos viendo material muy crudo, grotesco, no tanto de fotografías que se puede tomar un menor solo, sino ya de menores de edad que están siendo violados, donde se toman videos o fotografías y se transmiten a otros países", aseguró Arroniz, quien agregó que no hay un perfil determinado de las personas que difunden esos materiales.
La pena para las personas que contactan menores de edad por una red social o un mensaje de texto para obtener información con contenido sexual es de uno a tres años de cárcel, mientras que la difusión de pornografía es sancionada con entre cuatro y ocho años de prisión.
Recomendaciones
La Policía considera que ante ese escenario, los padres de familia deben tener mucha supervisión del uso que le dan los menores a los medios tecnológicos y recomiendan que los niños no tengan redes sociales.
"Los estudios dicen que los menores de edad deberían tener acceso a redes sociales hasta los 16 años. Además, los celulares son un peligro latente, por lo que no deberían tener clave, para que los padres hagan una supervisión constante", finalizó Arroniz.
En tanto, el país efectúa gestiones para tener, en un futuro cercano, un moderno sistema de monitoreo de páginas web que producen pornografía infantil, según lo dio a conocer a La Nación Francisco Fonseca, fiscal adjunto de la Fiscalía de Delincuencia Organizada, en junio.
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