La cantidad de homicidios registrada en el país en el 2013 fue exactamente igual a un año antes, según la Oficina de Planes y Operaciones (OPO), del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Esa contención animó a las autoridades, pero sin llegar al punto de bajar la guardia. Al contrario, reforzarán sus estrategias.
El año pasado la cifra se mantuvo en 407 muertes, mientras la tasa pasó de 8,9 a 8,6 homicidios por cada 100.000 habitantes.
“No nos satisface del todo porque la meta era bajar, pero al menos no estamos llegando a los índices del 2009 o del 2010”, manifestó Michael Soto, jefe de la OPO.
Explicó que el OIJ mantiene un monitoreo constante de la cantidad de homicidios, con el fin de evaluar cómo se desarrolla y así ir tomando decisiones en el terreno junto al Ministerio de Seguridad.
“En el 2012, por ejemplo, Guadalupe nos salió alto en homicidios, entonces hicimos coordinaciones con la Fuerza Pública. También buscamos ser más efectivos con las investigaciones, porque muchas de las muertes se deben a disputas por drogas, entonces, paralelamente a las operaciones contra el narcotráfico, vamos a tener una disminución de homicidios”, agregó Soto.
El ministro de Seguridad, Mario Zamora, destacó que en su gestión “se ha priorizado en la lucha contra los delitos contra la vida”.
Punto grave. Al igual que en el 2012, el distrito con mayor incidencia de homicidios fue Limón.
Soto indicó que esa es una zona con un fenómeno particular porque hay una criminalidad local que combina varios delitos.
Zamora, por su parte, señaló que esto se debe a la injerencia del crimen organizado y del narcotráfico, ya que este tipo de bandas impulsan las “muertes por ajustes de cuentas”.
En cuanto a la vigilancia marítima, el jerarca resaltó la incorporación de radares para luchar contra el narco.