Este jueves expertos de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) y el hidrólogo Rafael Oreamuno de la Universidad de Costa Rica (UCR) realizaron un sobrevuelo sobre varios ríos de la geogafía nacional para evaluar su caudal, el cauce y demás condiciones de cara a la fase más fuerte del período lluvioso.
Se voló sobre toda la cuenca del río Pirrís, que en su parte baja se convierte en el río Parrita, y las observaciones de los técnicos indican que, por ahora, ambos cauces se mantienen muy secos y que no representan un riesgo para las viviendas y estructuras construidas aguas abajo.
Pese a ello insisten en mantener una fuerte vigilancia en esa zona, debido a sus características de topografía quebrada, pendientes muy elevadas y, sobre todo, la existencia de zonas urbanizadas a lo largo de las áreas de inundación en la cuenca baja.
El ingeniero de la CNE, Sergio Escamilla, analizó la funcionalidad de las obras de mitigación hechas por esa entidad e indicó que los caminos, canales y obras de protección construidas, tanto en el cantón de Parrita, como a lo largo del cauce del río, se mantienen con funcionalidad normal.
Escamilla enfatizó que se debe mantener una fuerte vigilancia de los ríos durante la temporada lluviosa. Parrita, cantón con un único distrito, ubicado en el Pacífico central es una de las regiones que más sufre con las inundaciones.
Los expertos de la CNE también sobrevolaron esta semana las cuencas de los ríos La Tigra y Toro Amarillo, en San Carlos. Manifestaron que las condiciones del Toro Amarillo se mantienen normales y que los deslizamientos no muestran cambios importantes en su dinámica.
En el río La Tigra les llamó la atención la presencia de material suelto que con las lluvias podría causar incidentes aguas abajo, por lo que en estos días se ha trabajado en la limpieza del cauce para tratar de evitar daños como los que ocurridos el fin de semana pasado en puentes, carreteras y viviendas.
Además de los sobrevuelos, se aumentó la vigilancia de las zonas vulnerables a lo largo de todo el territorio nacional, mediante la red de radiocomunicación que monitorea las cuencas, los deslizamientos, áreas volcánicas y otras zonas vulnerables.