1.300 reos corren peligro por incendio en Reforma

Presos alteran conexión para usar cocinas, lámparas y ventiladores

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La vida de 1.300 reos de la cárcel La Reforma corre peligro ante un eventual incendio, debido al deplorable sistema eléctrico que alimenta los dormitorios y las conexiones clandestinas que han instalado los propios reclusos.

Así lo determinó la Sala Constitucional al declarar con lugar, por tercera vez, otro recurso de amparo que un presidiario de apellido García presentó en febrero, al alegar que está en riesgo.

Las condiciones de los sistemas eléctricos en los ámbitos C (Mediana Abierta) y D (Mediana Cerrada) fueron evaluadas en abril por ingenieros del Colegio de Ingenieros Eléctricos y del Cuerpo de Bomberos, a petición de la magistrada instructora Nancy Hernández.

Los dictámenes concluyeron que el riesgo de incendio es grave, ya que la vida de los ocupantes y las instalaciones peligran.

De acuerdo con los documentos, el ámbito C mide 2.500 metros cuadrados (m²) y alberga 794 reos, y el D es de 2.000 m² y tiene 483 personas.

Hallazgos. En los informes se señala que las estructuras fueron construidas en la década de 1970, y ahora se descubrió que las instalaciones eléctricas originales solo contemplaban iluminarias en el cielorraso, pero fueron alteradas por los reos, quienes la convirtieron en una especie de “chayotera”.

Es decir, de las salidas de los bombillos del techo se conectaron cables sin ningún tipo de protección para utilizar televisores y, en cada cama, lámparas, ventiladores y radiograbadoras. Cada dormitorio alberga 40 personas, las cuales utilizan un electrodoméstico para cocinar, tipo disco o sartén, conectado a conductores expuestos. Además, usan los cables expuestos para tender ropa.

Las condiciones eléctricas de riesgo se repiten en las áreas de cocina de los policías penitenciarios.

Para Bomberos, esos lugares carecen de sistemas de detección y alarma de incendios, detección de temperatura, gabinetes con mangueras, rociadores automáticos de agua, no hay rotulación que prohíba el fumado, iluminación de emergencia ni rutas de evacuación. No obstante, sí hallaron extintores.

Añadieron que si bien las estructuras son de concreto, el nivel de combustible interno en cada dormitorio es elevado, pues hay colchones, ropa, periódicos y los camarotes de madera están rodeados por cortinas de tela (covachas).

El Ministerio de Justicia y Paz detalló que la última remodelación completa del sistema eléctrico en el ámbito C es de 2001 cuando se sustituyeron tuberías, conductores, tomacorrientes y salidas de luces.

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Sin embargo, se señaló que los reos hicieron conexiones propias y destruyeron las instalaciones eléctricas, pese a que no se permiten esos montajes, por lo que los arreglos resultan insuficientes.

Solución. La Sala Constitucional declaró con lugar el recurso, al señalar que mantener a los reos en tales condiciones de riesgo perturba sus derechos fundamentales y convierte la ejecución de la pena en una sanción cruel e inhumana.

Por eso, ordenó la reparación completa del sistema eléctrico en un plazo no mayor a 10 meses, que se cumplen en abril del 2015, y condenó a los Ministerios de Justicia y de Hacienda para que elaboren un presupuesto del costo total de la solución definitiva y que se giren las sumas necesarias para hacerlo.

Los ministros Cristina Ramírez (Justicia) y Fernando Rodríguez ( a. í. de Hacienda) comunicaron el 6 de agosto a la Sala, en el oficio N.° MJP-364-08-2014, del cual La Nación tiene copia, que demolerán los ámbitos C y D para reubicar a los reos en cuatro módulos nuevos en noviembre del 2016, para lo cual tienen disponibles ¢11.282 millones.