‘Sandinistas son responsables del atentado de La Penca’

El 30 de mayo de 1984 una bomba que llevó el falso fotógrafo danés Per Anker Hansen estalló en una conferencia de prensa en La Penca, Nicaragua, que convocó Edén Pastora, quien luchaba por sacar del poder a Daniel Ortega.

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El periodista sueco Peter Torbiörnsson considera a “los sandinistas” los responsables del atentado terrorista ocurrido el 30 de mayo de 1984 en La Penca, Nicaragua, donde murieron siete personas y resultaron heridas 22 .

La afirmación la hizo el miércoles en una entrevista con La Nación, donde afirmó que las pruebas están en su película Último capítulo: goodbye, Nicaragua, cuya presentación tuvo lugar en febrero y que ahora pretende que se exhiba en los cines costarricenses.

Torbiörnsson fue herido en La Penca mientras cubría el hecho para la radio y la televisión suecas.

“Quisiera contar mi verdad, cómo fue el hecho, para que la historia lo sepa y quizás para que no haya impunidad”, afirmó

Agregó que en la película se incluyen los testimonios de Luis Carrión, exviceministro del Interior de Nicaragua, y el de un exespía cubano –Jorge Masetti– quienes dicen que el falso fotógrafo danés Per Anker Hansen, quien llevó la bomba a La Penca, era empleado del Ministerio del Interior de Nicaragua.

El periodista aseguró que Edén Pastora, que entonces combatía para derrocar al régimen sandinista y quien fue herido en el atentado, “se enojó” luego de ver la película y ahora lo acusa de ser “cómplice” de colocar la bomba.

Pastora, consultado por La Nación, sostuvo que el filme “dice medias verdades y medias mentiras”.

¿Cómo se relacionó con el falso fotógrafo?

Como periodista de la radio y televisión suecas desde 1978 seguía los acontecimientos del área (Centroamérica). Antes del atentado, un comandante de dos estrellas, que no sabía el nombre pero al que había visto junto a Tomás Borge, me preguntó que si podía ayudar a un fotógrafo danés. Yo intuí que era un espía, pero me preguntaron si podía ayudarlo a buscar información en Costa Rica y facilitarle contactos. Me pareció una mala idea, pero al final yo estaba con la Revolución (sandinista), en contra de la guerra y dije que sí. Llegó y trabajamos juntos tres semanas.

¿Quién fue esa persona que le habló para llevar al fotógrafo?

Renán Montero, un excoronel cubano que estaba al servicio de las autoridades sandinistas.

¿Quién era Montero?

Para mí, era un comandante de la Revolución sandinista de muy alto rango. Era colaborador de Tomás Borge (ministro del Interior).

¿Ese fotógrafo que usted lleva a La Penca era el supuesto danés?

Sí, era Per Anker Hansen. Entendía que buscaba información sobre la contrarrevolución y no me importaba. Tiempo después supe que era argentino: un empleado del Ministerio del Interior de Nicaragua, al que llamaban Martín y que en la realidad era el argentino Roberto Vital Gaguine, que murió en 1989 durante el frustrado asalto al cuartel La Tablada, en Argentina.

¿Cómo concluye que los sandinistas gestaron el atentado?

En los años 1987 o 1988 me acerque al entonces presidente Daniel Ortega, cuando estaba de visita en Suecia, y le pregunté sobre si era cierto que los sandinistas estaban involucrados. Me parecía que Daniel no sabía nada, pero él prometió averiguar. Antes de las elecciones de 1990 estuve con Ortega en Managua y él llamó al jefe de inteligencia sandinista, Lenín Cerna, y en presencia mía y de Ortega confirma que ellos habían ocasionado el problema ahí, en el río San Juan.

¿Dónde están las pruebas?

Ahí están, en la película. Quisiera contar mi verdad, que la historia se sepa, para que no haya impunidad. Ahí tengo la confirmación de Luis Carrión de que fueron los sandinistas. Era viceministro del Interior, debajo de Tomás Borge. Además, está el disidente cubano Jorge Masetti, que era compañero del falso danés y que también trabajaba en el Ministerio del Interior. Además, está mi propio testimonio.

¿Por lo que nos dice lo usaron los sandinistas?

Claro. Sí me utilizaron y estaban dispuestos a sacrificarme a mí también, y si hubiera tenido menos suerte, estaría muerto.

¿Habló después con Ortega?

Es imposible llegar a él.

¿Cuál fue la reacción de Edén Pastora al ver la película?

Se puso muy enojado.

¿Contra quién o de qué?

Contra la verdad, porque hay cosas muy curiosas. Yo era amigo de Pastora cuando hacía la película, pero cuando hago una declaración en la Procuraduría de Derechos Humanos en Managua y tres semanas después lo promueven (para dirigir el dragado) en el río San Juan, cambió. Se hizo amigo de sus enemigos. Insiste en lo de la CIA.

¿Narró esta historia a la Fiscalía en Costa Rica?

En el 2008 hablé con la fiscala Alejandra Arce, que tenía como 200 casos por atender.

¿Le exhibió la película?

No. Lo que he hecho es contactarme con las víctimas y hablar con el Colegio de Periodistas.