Quinceañera asesinada sufría frecuente acoso sexual de padrastro

PANI conoció la situación de la menor desde noviembre pasado

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La quinceañera asesinada de tres balazos antenoche en Portalón de Aguirre, Puntarenas, era acosada sexualmente por su padrastro, quien se suicidó con la misma arma momentos después.

El presunto homicida, de 48 años, de apellido Umaña y vecino de Matapalo de Aguirre, Puntarenas, pretendía a la muchacha, a pesar de haber sido el compañero sentimental de la madre de la menor durante dos años.

Una pariente de la menor, quien pidió mantener su nombre en reserva, aseguró a La Nación que la adolescente le había confesado estar cansada de que Umaña anduviera detrás de ella.

“Ella me dijo que el tipo le decía cochinadas y que él había vivido en la misma casa de ella solo para tenerla cerca.

“El señor (Umaña) le regalaba chocolates a ella para envolverla, pero la mamá nunca permitió que estuvieran juntos”, comentó.

Una vecina de la zona, quien prefirió no ser identificada, dijo a este diario: “Esa gente había vivido antes en Pérez Zeledón. Hace un año llegaron a esta comunidad y tuvieron problemas con el PANI porque el hombre estaba obsesionado con una hija de la señora.

Flor Jara, directora del Patronato Nacional de la Infancia en la región Pacífico central, explicó que el 18 de noviembre una psicóloga del PANI visitó la casa de la familia y conversó con la quinceañera, quien le aseguró que el hombre le hacía proposiciones y la amenazaba con darle besos en la boca.

Jara señaló que la menor nunca les contó que hubiera tenido relaciones sexuales con el hombre.

Agresión. El año pasado, la madre de la quinceañera había solicitado medidas de protección contra el sujeto, quien se suicidó con un balazo en la cabeza.

Con respecto la versión de medidas de protección, la oficina de prensa de la Corte Suprema de Justicia indicó que el 9 de setiembre se desestimó el caso por razones que no especificó.

La familiar de la fallecida aseguró que hace una semana Umaña intentó matar a la madre de la quinceañera dentro de la vivienda con un arma.

“Ella me llamó llorando muy asustada porque estaba sola; él la persiguió para intentar matarla y la amenazó para que no contara nada. Sé que era muy agresivo con ella y le había pegado en varias ocasiones”, declaró.