Policía halla abandonado el auto usado en fuga de reos

Sujetos intentaron lanzar carro a guindo de unos 150 metros de profundidad

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Un vehículo marca Geo Tracker de color verde en el que escaparon el viernes dos reos de la Unidad de Admisión de San Ramón, Alajuela, apareció ayer en la mañana en la carretera que comunica Puriscal con Parrita.

Los sujetos intentaron lanzar el carro a un guindo de unos 150 metros de profundidad, pero se quedó entre las ramas de unos árboles, confirmaron la Fuerza Pública de Puriscal y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Al auto, modelo 1996 y que aparece inscrito a nombre de un vecino de Parrita, le habían quitado la placa metálica.

Víctor Matamoros, encargado ayer del operativo de la Fuerza Pública de Puriscal, dijo que ese carro fue visto desde el sábado en la tarde en Zapatón de Puriscal.

Según explicó el jefe policial, desde ese lugar se puede llegar hasta Playón de Parrita, para lo cual se necesita un vehículo doble tracción.

“Tenemos la versión de que en la zona también estuvo un carro Suzuki de color blanco, pero de ese vehículo no tenemos mayores detalles”, agregó Matamoros.

Raúl Rivera, jefe regional de la Fuerza Pública, dijo que las autoridades también realizaron un rastreo por unos cerros donde vecinos dijeron que habían visto a unas personas en una tienda de campaña.

Sin embargo, los policías solamente encontraron huellas, pero no pudieron determinar que se tratara de los prófugos.

Hecho. Los reos que escaparon fueron identificados como el expolicía Gerardo Mora Villalta, quien estaba como indiciado y descontaba prisión preventiva.

A Mora lo capturaron en setiembre del 2009 como sospechoso de fungir como contacto entre una organización dedicada al narcotráfico que almacenaba droga y un grupo de policías de Puntarenas que brindaba colaboración.

El otro es Erlyn Díaz Gatica, también en condición de indiciado en espera de un juicio por el delito de tentativa de homicidio simple. No fue posible conocer desde cuándo estaba tras las rejas.

Ambos reos, al parecer, realizaban trabajos en “un sector de confianza” de la cárcel de San Ramón cuando escaparon.