Periodista sufre violento robo

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Apuntando un arma al cuerpo de Giannina Segnini, periodista de La Nación , el hombre que la siguió hasta la sala misma de su casa gritó: “¡Tranquilos, tranquilos!”. Para completar la advertencia, bajó el cañón de la pistola y disparó al suelo, cerca del pie de su víctima.

Segnini saltó instintivamente, pero la bala reventó contra la cerámica del piso y un abanico de esquirlas le alcanzó el pie.

El agresor tomó una computadora portátil –que poco antes la periodista había depositado sobre la mesa de la cocina– y huyó de la vivienda, ubicada en Residencial Los Cedros, en Monterrey de Montes de Oca, San José.

Testigos. Tres interesados en arrendar la casa observaron el incidente. El acuerdo de alquiler estaba a punto de cierre cuando Segnini pidió a los futuros inquilinos una dirección electrónica para ultimar detalles.

La petición hizo a la periodista recordar que había dejado su computadora portátil en el auto estacionado frente a la casa.

Preocupada por el descuido, se disculpó y salió a la calle para recuperar la computadora.

Segnini regresó a la vivienda y dejó la puerta abierta. Colocó la computadora sobre la mesa, junto a su bolso, y continuó la conversación con los inquilinos. Pasado poco más de un minuto, el delincuente entró a la casa, gritó su amenaza y accionó el arma.

Herida, la periodista buscó refugio en el cuarto de pilas mientras el agresor tomaba la computadora y se daba a la fuga. Ni la víctima ni los testigos saben si abordó un vehículo o continuó la huida a pie.

Radiopatrullas del Ministerio de Seguridad Pública atendieron la emergencia, pero la investigación ya está en manos del Organismo de Investigación Judicial, cuyos agentes recuperaron el casquillo percutido por el maleante.

El agresor, cuya estatura los testigos estimaron en un metro ochenta y cinco centímetros, utilizaba una gorra azul con la visera baja para disimular sus facciones. Ningún otro aspecto de su vestimenta lo habría delatado como delincuente. Vestía ropa de calle que le daba una apariencia completamente normal.

Segnini recibió atención en la sala de emergencias del Hospital San Juan de Dios, donde fue dada de alta porque las heridas no requirieron internamiento.