Dos años después de haber presentado los atestados para concursar por el puesto de psicóloga en la oficina en Golfito, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) detectó que había un documento falso en el expediente.
Así lo manifestó el jefe de Recursos Humanos de la entidad, Giovanni Leiva, quien, además, explicó que la plaza es de “Profesional Especialista A” y solo era necesario tener un bachillerato universitario y capacitación.
“Ella nos aportó una certificación emitida por la universidad de que tiene el grado de licenciatura. Para nuestros efectos, estaba sobrecalificada; entonces, nosotros hacemos el proceso de selección y ella salió bien en la etapa teórica y en la valoración por competencias”, dijo.
Sin embargo, la entidad detectó dos años después de haberla contratado en abril del 2008, que esa certificación de licenciatura contenía la misma información que el título de bachillerato que había obtenido en la Universidad Autónoma de Centroamérica (UACA).
”De acuerdo con los atestados, ella es licenciada y nosotros vemos el documento. Esto nos induce a cometer el error de contratarla. Cuando empezamos a hacer un análisis comparativo, nos damos cuenta de que la información es la misma, que lo único que cambia en las certificaciones nada más es donde dice el grado de licenciatura, con el mismo tomo, folio y fecha. Ahí para nosotros hay una alteración de un documento como certificación”, dijo.
El Colegio de Psicólogos le advirtió al PANI que debía regular las contrataciones de profesionales de este gremio, para respetar el requisito legal de incorporación.
Leiva señaló que para muchas plazas en que el requisito es el bachillerato, confiaron en que concursarían licenciados para ejercer funciones como tales.