OIJ identifica a hombre asesinado en río Bermúdez

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

San José (Redacción). Como Damián Manuel Lobo Ramírez, de 31 años, identificó el OIJ el hombre cuyo cadáver apareció ayer en un playón de río Bermúdez, a su paso por San Rafael de Alajuela.

Era vecino de La Aurora de Alajuelita, según confirmó el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Jorge Rojas.

Lobo estaba casado pero se separó hace más de dos años. Era padre de dos hijos de corta edad.

Según informes policiales, no tenía empleo y deambulaba por Alajuela debido a supuestos problemas de adicción al alcohol y a otras drogas.

Sus familiares no quisieron esta mañana brindar declaraciones y pidieron no ser ni siquiera identificados.

El cadáver de Lobo fue localizado a las 9:30 a.m. de ayer por un vecino que se dirigía hacia su trabajo.

Presentaba fuertes lesiones en la cabeza, así como quemaduras en la cara.

Además, tenía un cable eléctrico atado al cuello, precisó el OIJ.

Lo que las autoridades no han determinado aún son las causas exactas de muerte.

El cuerpo presentaba descomposición lo que hace pensar a la Policía que pudo haber sido ultimado de tres a cuatro días antes.

Ahora, las autoridades intentan determinar si este homicidio tiene relación con el triple asesinato registrado el viernes anterior..

Según Rojas, “aún no hay evidencias claras” pero reconoció que les llama la atención algunas lesiones que presentan los cuatro cadáveres, especialmente quemaduras.

Los fallecidos se llamaban Juan Carlos Gutiérrez Carranza (de 20 años), Jafet Lenin Medrano Contreras (31) y Enrique Cortés Luna (31).

Eran amigos y al parecer se dedicaban a algún tipo de negocio, sin que las autoridades hayan revelado de qué tipo. Los móviles de los asesinatos son un misterio.