La Policía Judicial descartó que el colegial a quien unos sujetos retuvieron la mañana del lunes en Bagaces, Guanacaste, fuera víctima de un secuestro.
Al joven lo encontró, la noche de ese mismo día, un vecino de Guayabo que regresaba de su finca en Rincón Grande de Bagaces.
A Wilberth Varela –el testigo– el muchacho le indicó en principio que había sufrido un accidente, pero luego cambió su historia y dijo que unos hombres lo habían encerrado en la cajuela de un carro.
Aseguró que, tras atarlo de manos, lo llevaron a una quinta en Rincón Grande, de donde escapó.
Pese a su decir, la versión despertó algunas dudas en el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Teléfono. La mañana de ese día, el joven llamó desde su celular a su padre para informarle de que unos hombres lo habían secuestrado. Eso ocurrió cerca de las 9:30 a. m.
“Resulta extraño que no le quitaran (sus captores) el celular. Además, en el momento del hallazgo (esa noche) portaba el teléfono”, explicó Marisel Rodríguez, jefa de prensa de la Policía Judicial.
El colegial no tenía golpes ni nada que hiciera sospechar que a la fuerza lo introdujeron en un vehículo, marca Hyundai, acción en la que –según su narración– participaron dos sujetos.
El secuestro quedó descartado porque los desconocidos no formularon exigencia alguna por la liberación del muchacho.
De ahí que el caso es investigado por la Fiscalía como una privación de libertad. La familia del muchacho no ha querido dar declaraciones. Ellos son vecinos de Fortuna de Bagaces.