El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo ayer por la mañana, en Heredia y Alajuela, a ocho personas sospechosas de integrar una red que se dedicaba al fraude con incapacidades falsas en perjuicio de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Francisco Segura, subdirector del OIJ, dijo que dos mujeres detenidas laboran para la Cooperativa de Autogestión de Servicios Integrados (Coopesiba) en Barva de Heredia, que atiende varios Ebais de la CCSS.
Segura explicó que Coopesiba no tiene que ver con el asunto pues los hechos se atribuyen directamente a las trabajadoras.
Rosa Climent, gerente médica de la CCSS, y Rodrigo Bartels, coordinador de la Comisión Central Evaluadora de Incapacidades, informaron de que el perjuicio económico para la institución ronda los ¢300 millones.
Según la CCSS, los sospechosos conseguían los talonarios de incapacidades, códigos de médicos y de enfermedades, nombres de personas, números de cédula y cuentas bancarias “para introducir virtualmente la incapacidad en el registro institucional”.
Bartels explicó que la mayoría de las incapacidades cuestionadas fueron por infecciones en la piel.
“Uno de los motivos que despertó la sospecha fue la cantidad de días de incapacidad concedidos por una afección diagnóstica que no requería más de siete días, pero a ellos les otorgaron cerca de 30 días”, afirmó el médico Bartels.
Las personas a quienes les concedían la incapacidad no estaban enfermas, seguían trabajando, ganaban su salario en forma regular y recibían el subsidio de la CCSS, que asciende a un 60% del salario.
El OIJ dijo que las funcionarias de la cooperativa habrían reclutado a empleados de una zona industrial en Alajuela, para incluir sus datos en un sistema como si estuvieran incapacitados.
“Las personas recibían la plata y luego se las repartían en el grupo. Entre junio del 2010 y abril 2011 se detectaron 70 incapacidades de este tipo”, añadió Segura.
La Fiscalía indagó ayer a los sospechosos. Les atribuye varios delitos de fraude informático.