Nosara. Nicoya. La comunidad de Nosara, en Nicoya, Guanacaste, amaneció hoy aislada, con poca gasolina súper, sin una gota de diésel y con solo productos muy esenciales en los estantes de supermercados y pulperías.
Las fuertes lluvias provocaron la caída del puente El Silencio, sobre el río Frío, el pasado jueves por la mañana, lo que impide el acceso a Nosara.
Además, el otro acceso al pueblo está repleto de lodo, lo que impide el tránsito de cualquier tipo de vehículo. Este camino se ubica por el sector de Zaragoza.
Por ello, los alimentos que llegaron ayer fueron trasladados por grupos de vecinos que aprovecharon una tregua de las lluvias y las horas en que la marea bajó, para contribuir con los transbordos.
Wilfredo Araya, un comerciante de la comunidad, relató que es poca el agua potable que queda a disposición de los lugareños.
Escasez. La zozobra fue peor para una mujer en labores de parto y un niño de dos años aquejado por fiebre y vómito, de Nosara.
Ambos fueron trasladados ayer al aeropuerto de Nicoya vía aérea, y de ahí al hospital local.
“Debido a las lluvias estamos en un albergue y desde hace tres días mi hijo, Kendall Rojas, está enfermo”, dijo Cindy Torres, madre del pequeño de dos años.
Emiliana García, coeditora del periódico local La Voz de Nosara, relató que, hasta ayer, algunos negocios pudieron abastecerse de frutas y granos.
Además, indicó que los dueños de gasolineras idean la forma de reabastecerse de combustible.
García señaló que el mayor drama se vive en Ostional, donde solo se puede llegar en cuadraciclo, pero el exceso de barro dificulta el tránsito de esos vehículos.
Los fuertes aguaceros provocados por la tormenta tropical Tomas , desde el pasado martes, son los responsables del colapso de la infraestructura vial en comunidades de Nicoya.
Por ejemplo, el barrio llamado Buena Vista está aislado por la caída de un puente de hamaca. Los vecinos recibieron alimentos de parte de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias (CNE), ayer.
Para cruzar el río, los sacos con víveres fueron atados a mecates.
Además, los aguaceros dejaron a 92 personas damnificadas quienes pasan el día y la noche en dos albergues.
Solo en Nosara hay 209 viviendas anegadas y en el poblado de Moracia, otras siete.
Los daños también son evidentes en los poblados de Belén de Nosarita y Buena Vista.