‘No quiero vivir esto, quiero estar dormida’

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Tras siete años de estar consumiendo antidepresivos y acudiendo a psicólogos, Marjorie Quirós aún no borra la imagen de su hija Yorleny Alvarado pidiéndole a un doctor del Hospital de Turrialba que la operara para que le quitara el dolor que sentía. Un día después, la maestra murió.

“Ella (la hija) se le quedó viendo profundamente a los ojos al médico y le dijo: ‘Doctor, opéreme porque siento que me quemo por dentro’”, rememoró Quirós.

La madre de la maestra asegura que aún no puede quitarse el dolor de haber perdido a su hija. “Quisiera estar sola, dormida. No quiero vivir esto”, repite.

“Un médico que hace un daño así, no se imagina lo que hay detrás de una persona. En el caso de Yorleny, ella era una muchacha cariñosa, trabajadora, unida a nosotros.

“Si a ella le dolía algo se acomodaba en la cama con nosotros (con ella y su padre, Rolando)”, añadió.

Quirós relató que el día en que Yorleny murió, en la casa no cabía la gente, principalmente por los alumnos del kínder.

“Los chiquitos le mandaron cartas; era una bolsa llena de papeles. Ese día yo estaba hecha leña y me puse a leerlas. Una decía: ‘Niña, que Dios la acompañe. Dios cuídala tanto como yo la quiero’”.

Rolando Alvarado, el padre, manifestó que a los cuatro médicos solo los ven durante las audiencias. “Ellos nos hubieran dicho ‘lo sentimos’, pero nada... Nunca vieron lo que vale mi hija ”, apuntó el hombre con tristeza.

Los padres de la fallecida confesaron haberse enojado con Dios tras la muerte de Yorleny, pero ahora creen que todo fue “un fallo de los médicos”.

“Me siento contenta de estar en este proceso (el judicial) para que nadie más sufra como nosotros”, concluyó la madre con una foto de su hija entre las manos.