Cutris, San Carlos. Un helicóptero que, se presume, pertenece a una organización narcotraficante que está operando en el Caribe y la zona norte, sobrevoló de nuevo ayer sábado el Carmen de Cutris de San Carlos.
El vuelo fue observado por decenas de vecinos. Una mujer logró fotografiarlo a las 8 a. m. cuando pasó cerca de su casa.
El aparato, dijeron los pobladores, ingresó procedente de Nicaragua, pasó el río San Juan y se adentró en territorio costarricense hacia las poblaciones de Limoncito o Patastillo de Cutris.
Alrededor de las 8:15 a. m. la aeronave volvió a pasar por El Carmen y siguió con rumbo hacia donde está la Reserva Biológica Indio Maíz, en suelo nicaragüense.
Ese helicóptero de color verde es el que estaría utilizando varios helipuertos clandestinos que están ubicados en Cutris, Asturias de Pococí y en Pocora de Guácimo y que fueron desmantelados por las autoridades.
En esos campos de aterrizaje han sido localizadas armas, pichingas con combustible para helicópteros y recipientes con residuos químicos que son utilizados para la elaboración de la cocaína.
El Fiscal General de la República, Jorge Chavarría Guzmán, dijo que estos hallazgos confirman el auge de los carteles mexicanos en nuestro país. Estas organizaciones cuentan con el apoyo de algunos elementos militares o exmilitares hondureños y una fuerte red de respaldo local. Por el momento, solo dos personas están detenidas.
Misteriosa plantación. El nuevo sobrevuelo en Cutris se dio poco después de que dos cazadores que recorrían una zona montañosa en El Carmen (unos cuatro kilómetros de la frontera con Nicaragua) observaron en un claro en la montaña una plantación que dijeron desconocer, pero que presumieron se trataba de marihuana.
Los campesinos por temor y al ser una área totalmente despoblada, se devolvieron y de inmediato dieron aviso a las autoridades.
Para los vecinos, luego del desmantelamiento del helipuerto en Cutris, la organización continuó visitando la zona porque todavía no han podido recuperar o sacar algo que para ellos sería importante.
Carlos Herrera, presidente de la Asociación de Desarrollo de Coopevega, dijo que es un hecho que los campesinos tienen mucha información sobre el tema.
“Lo que esta pasando es que muchos prefieren callar no solo temor a represalias, sino que sienten que la policía los abandona. Aquí debe haber un puesto policial permanente, la policía hace patrullajes, pero las distancias son considerables y los caminos están en mal estado” dijo.
El equipo de La Nación que recorrió la zona ayer no observó patrullas ni efectivos. Los únicos policías estaban en el puesto de Coopevega, a unos 20 kilómetros de distancia de El Carmen.