El Obispo de Limón, Javier Román, emitió un comunicado en el que pide no estigmatizar a esa provincia con un problema de delincuencia que afecta a toda la sociedad.
"La delincuencia, fruto del narcotráfico, ha permeado dañinamente no solo a Limón, sino a toda Costa Rica", expresó.
Añadió que no es justo atribuirlo solo al Caribe y más bien dijo que una visión global es el primer paso para un abordaje efectivo del problema.
Román se mostró conmocionado por los hechos de violencia sucedidos en estos días en Limón y clamó por la paz.
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"Es urgente ciertamente una mayor presencia policial, pero también oportunidades de trabajo, desarrollo, educación y deporte para nuestros niños y jóvenes", dijo el prelado.
Además del narcotráfico, Román dijo que es prioritario atender en el ámbito nacional la desintegración familiar, así como la pérdida de valores y de referentes morales y espirituales.
"Frente a la indignación y el dolor que podamos sentir por las vidas inocentes perdidas, reiteramos que al odio no se puede responder con más odio, sino con la invitación a recorrer un camino de conversión, en el que se valore la dignidad de la vida humana y se busque la comunión por encima de cualquier otro interés", agregó.
Desde la Iglesia, hay un compromiso de unir todos los esfuerzos necesarios para que la cultura de paz sea uno de los ejes pastorales fundamentales.