Un hombre oriundo de la República de Guinea, en la costa oeste de África, viajó a Colombia, donde le dieron 11 tarros cuyas etiquetas decían que contenían atún y hongos.
Este viajero, de apellido Da Silva que hoy tiene 57 años, iba de Bogotá al aeropuerto Juan Santamaría en Alajuela, donde debía hacer trasbordo para seguir a Ámsterdam, Holanda, en Europa.
Sin embargo, durante la espera, el nerviosismo lo delató como un posible traficante.
Eso ocurrió el 18 de diciembre del 2001. Cuando a este hombre lo interceptaron oficiales de la Policía de Control de Drogas (PCD) negó ser narcotraficante, pero al revisar las latas, los oficiales hallaron un polvo blanco que dio positivo como cocaína. En total sumaron 23 kilos.
Da Silva no pudo acogerse a un abreviado y fue condenado a ocho años de prisión el 30 de enero del 2003, sentencia que dictó el Tribunal Penal de Alajuela. La abogada Alejandra Araya, defensora de Da Silva apeló el fallo ante la Sala Tercera, pero el 14 de agosto del 2001, los magistrados ratificaron la pena, según consta en la sentencia 2003-00698.
Esos 23 kilos de cocaína tendrán en África un precio cercano a $1 millón (¢550 millones). Sin embargo, Da Silvia en declaraciones ante las autoridades judiciales dijo que aceptó viajar a América para llevar una encomienda, pues necesitaba dinero pues su madre debía ser sometida a un tratamiento médico urgente. Por el trabajo, comentó que le pagarían unos $2.000.
Este ciudadano de Guinea ya cumplió la pena de prisión y regresó a su país.
Otros casos. Luego del caso de Da Silva la permanencia de ciudadanos africanos en cárceles costarricenses se convirtió en algo recurrente.
Datos del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD) detallaron que durante el año 2009 hubo sudafricanos y nigerianos presos por drogas.
Uno caso fue el de una mujer de apellido Dihedile, oriunda de Sudáfrica. La arrestaron el 5 de setiembre del 2009, en el aeropuerto Juan Santamaría, con un kilo de cocaína oculto entre los genitales. Ella pretendía viajar a Estambul, en Turquía, que se ubica entre Asia y Europa.
El Ministerio de Justicia informó de que ahora solo hay un africano preso por drogas, y es oriundo de Nigeria.