Narcos convierten canales del Caribe en ‘paraíso’ para tráfico

Aprovechan soledad y lo extenso de la costa para dejar cocaína y marihuana

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Limón. Los cientos de canales en el Caribe costarricense, donde abundan cocodrilos, garzas y pájaros sargentos, son un paraíso para los narcotraficantes.

Esos sitios 100% navegables permiten que embarcaciones provenientes del mar ingresen con facilidad por las bocas de los ríos Matina, Parismina y Tortuguero, entre otros.

Las lanchas, una vez en los canales, son escondidas en la espesa vegetación y caños angostos, por donde se navega con tranquilidad dada la escasa población.

Además, la selva, que parece virgen, cuenta con infinidad de trillos que llevan a caminos (transitables por carros de doble tracción) que van a fincas bananeras o pequeñas comunidades de Matina, Siquirres, Guácimo y Pococí.

Igualmente, la Policía sabe que al canal de Cieneguita ( Limón) ingresan lanchas que llegan a embarcaderos con portones eléctricos, y cuando entran de inmediato cierran esa estructura.

En Limón, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), hay al menos 20 organizaciones que reciben droga (marihuana de Jamaica y cocaína de Colombia). Ese estupefaciente lo reenvían al interior del país o fuera, como a La Raya, en Honduras (una nueva ruta de tráfico que está en investigación).

Para la Policía, tanta pugna por el control en manejar el trasiego es la causa de los constantes asesinatos en el Caribe.

Al descubierto. El Caribe costarricense no era muy usado por el narcotráfico antes del 2010 pues, según la Policía, las lanchas pasaban directo de Colombia a Honduras. Empero, debido al incremento de los controles, las naves empezaron a viajar bordeando la costa y fue cuando comenzaron a aparecer motores y cascos abandonados, según datos del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG).

En el 2011 hubo cinco casos, pero ya en el 2012 el SNG recibió 34 alertas sobre embarcaciones sospechosas navegando en el mar Caribe.

En 12 casos se decomisó drogas, combustible o la lancha. En enero de este año se contabilizaban siete alertas, dos de las cuales permitieron decomisar 1.175 kilos de coca.

Rodolfo Murillo, jefe de Operaciones del SNG, dijo que ese incremento en las operaciones en el Caribe se debe a que los narcos quieren aprovechar lo solitario de la costa (mide 209 kilómetros), donde hay dos refugios de vida silvestre (Barra del Colorado y Gandoca Manzanillo) y dos parques nacionales (Tortuguero y Cahuita), que son áreas muy vulnerables.

Murillo dijo que para enfrentar a los narcos se abrieron puestos en Sixaola, Pacuare, Colorado y Moín. “Tenemos cubierta una gran franja costera. Hemos tenido buenos resultados pues le hemos dado golpes muy fuertes y vamos a seguir revisando los ríos navegables o playas”, señaló Murillo.