Mujer pagó ¢600.000 a ‘brujo’ para arreglar sus líos de amor

Sospechoso es colombiano y no tiene permiso para estar en el país

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Una mujer, de 29 años, pagó ¢600.000 a un “brujo” para que le resolviera sus líos amorosos. Por esto, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvo al sospechoso de la estafa, de 22 años.

El OIJ lo identificó con el apellido Herrera, quien es de nacionalidad colombiana. Según Migración, el foráneo no tiene permiso para estar en el país.

Herrera fue capturado ayer en un condominio en Calle Blancos, Goicoechea, tras una investigación de dos meses. Los agentes también allanaron un local en el paseo Colón, donde, al parecer, atendía consultas.

Según la pesquisa, el sujeto publicaba anuncios en el periódico para solucionar problemas amorosos a las personas, pero a cambio cobraba dinero.

La ofendida llamó a un número telefónico que aparecía en ese anuncio, donde concertó una cita con Solángel, una mujer que le pidió ¢600.000 para que iniciaran el tratamiento.

La víctima pagó la suma, pero, como pasó el tiempo y nada cambió, la ofendida contactó de nuevo a Solángel, quien le dijo que debía sacar cita con “el maestro”.

Ese día, la víctima le manifestó al “brujo” que necesitaba ganar dinero para solucionar asuntos económicos. El supuesto estafador le pidió más dinero para comprar un entero de lotería, y le indicó que lo guardarían en un sobre sin verlo y lo mantendrían en oración.

Después del sorteo, la mujer llegó a la oficina del “brujo” y este le pidió que abriera el sobre para que comprobara que se mantenía bien cerrado; ella lo abrió, pero solo el sospechoso observó lo que había dentro.

En ese momento, el “brujo” le dijo falsamente el número y la serie del entero de lotería con el cual ella, supuestamente, se había ganado un premio de ¢100 millones.

Al parecer, el “brujo” le explicó que debían realizar algunos sacrificios en agradecimiento a los espíritus que le habían ayudado. Por eso, la mujer debía esperar un mes para retirar el premio, pero antes debía pagarle el 5% del monto ganado a él, y así lo hizo la víctima; además, le entregó celulares, una pantalla de televisión y un juego de comedor.

La mujer nunca obtuvo el premio y perdió el dinero, así como los bienes entregados.