Tres balazos acabaron ayer con la vida de un guarda de 36 años cuando viajaba en bicicleta, rumbo a su trabajo.
El hecho ocurrió a las 9:10 p. m., a 600 metros del puente sobre el río Zapote, en Upala.
Un vecino de la zona que caminaba por el lugar localizó a un lado de la carretera el cuerpo de Javier Guadamuz Boza, por lo que pidió ayuda a las autoridades.
Al sistema de emergencias del 9-1-1 ingresó una alerta sobre un posible atropello que dejó a un hombre agonizante.
“Cuando llegamos al sitio, nos percatamos de que el señor no fue atropellado, sino baleado, pues a simple vista le observamos un balazo en la espalda”, dijo el paramédico Oldemar Gamboa.
Guadamuz fue trasladado al hospital de Upala, donde, pocos minutos después de ingresar, se le declaró fallecido.
Agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) destacados en ese cantón confirmaron que el guarda presentaba tres heridas de bala.
“Antes de irse, me dijo que cerrara bien las puertas y no le abriera a nadie. Él no tenía problemas, era muy tranquilo, y yo no presentí que fuera a sucederle algo”, dijo Eilyn Sandoval, compañera sentimental de la víctima.
Según comentó Felipe Guadamuz, hermano del fallecido, este fue asesinado por venganza, pues ninguna de sus pertenencias fue sustraída.
“Él se iba para el trabajo y el trayecto era de unos tres kilómetros. Los oficiales encontraron su billetera con todo el dinero”, agregó.
Las autoridades investigan los móviles del crimen de Javier Guadamuz, quien deja cuatro hijos.