Moto en la que murieron tres jóvenes tenía múltiples fallas

Luces malas, frenos deteriorados y llantas desgastadas, según Tránsito

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Chachagua, San Ramón. La motocicleta en la que viajaban las tres adolescentes que murieron el jueves en San Isidro de Peñas Blancas, San Ramón, circulaba irregularmente y con muchas deficiencias.

La Policía del Tránsito confirmó que la moto no aparece inscrita, por lo que no se sabe quién es el legítimo dueño. Tampoco tiene placa ni la revisión técnica de Riteve.

Asimismo, el sistema de frenos está muy deteriorado, carece de luces delanteras, espejos retrovisores y las llantas están desgastadas.

Las revelaciones las hizo ayer Álvaro Cruz, jefe de la Delegación de la Policía de Tránsito de La Fortuna de San Carlos, que ve la zona de Peñas Blancas de San Ramón.

Cruz dijo que tales deficiencias, más el exceso de pasajeros y la alta velocidad a la que circulaba, causaron el percance el jueves.

Antecedente. En el accidente fallecieron tres menores de apellidos Castro, de 15 años; Reyes y Cruz, ambas de 13 años. En la motocicleta – marca Yamaha– también iba como conductor un joven de 17 años.

Todos son vecinos de Chachagua, hacia donde se dirigían tras ir a un festival deportivo en el Colegio de Valle Azul de San Ramón.

El menor de 17 años no tenía licencia, informó la Policía del Tránsito. Este joven, quien labora como ayudante de mecánica, está internado en el Hospital México, en condición delicada. Los cuatro cayeron al vacío (unos 70 metros) luego de que la moto se estrelló contra una baranda del puente sobre el río Peñas Blancas.

Solidaridad. El pueblo de Chachagua amaneció ayer abatido por la tragedia que le arrebató a tres de sus más jóvenes habitantes.

En sus calles se percibía un marcado ambiente de consternación y tristeza, con vecinos de las víctimas abrazados y llorando con parientes de las adolescentes.

En la entrada al Liceo de Chachagua, donde dos de las fallecidas –Reyes y Cruz– cursaban el sétimo año, se colocó un lazo negro en señal de luto.

Empero, también emergieron los gestos de solidaridad pues un grupo de jóvenes emprendieron una colecta para ayudar económicamente a las familias dolientes.

Con ese fin recorrieron las calles del pueblo y cuatro horas después habían recaudado alrededor de ¢300.000, que servirán para financiar los gastos del funeral, previsto para hoy después de las 8 a. m.