Lluvia se ensaña contra pueblo golpeado por pobreza y sismo

Mayoría de los 4.873 habitantes del lugar vive del trabajo como jornaleros

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Santa Cruz (Guanacaste). El fuerte temporal que entre el martes y el jueves afectó este cantón, se ensañó contra un pueblo golpeado durante mucho tiempo por la pobreza y que hace solo 46 días, fue uno de los más perjudicados por el terremoto de Sámara.

Es el distrito 27 de Abril, donde según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) viven 4.873 personas.

Esta comunidad resultó anegada por el desbordamiento de los ríos Pilas, Adamojo y Arenal, que provocaron que las familias perdieran animales domésticos como gallinas y cerdos, así como pequeños lotes con cultivos de subsistencia, donde tenían matas de ayote, maíz y frijoles.

Imelda Jiménez Gómez, miembro de la Asociación de Desarrollo Comunal de 27 de Abril, dijo que se trata de una localidad de las más pobres del país, donde el progreso se quedó estancado y las pocas personas que logran superarse “se van del pueblo” y así lo demuestran las cifras del INEC, que indican que en el 2000 habitaban ahí 5.076 personas.

Jiménez explicó que la mayoría de los hombres trabaja (cuando hay) como jornaleros donde ganan ¢4.000 o ¢5.000 por el día.

“Aquí hay mucha necesidad, todavía hay gente que padece tuberculosis, la desnutrición es muy frecuente y últimamente tenemos muchos casos de dengue”, manifestó al dirigente comunal.

Volver a los ranchos. Argemira Gutiérrez Gutiérrez, de 61 años y vecina de Jobos en 27 de Abril, dijo: “Hay un dicho que es cierto: no es que el río se mete a la casa, es que nosotros vivimos en el río (su rancho está a unos 20 metros)”.

Esta mujer que en agosto sufrió un derrame y el martes pasado salió del hospital permanecía el viernes en un albergue que se abrió en la escuela de 27 de Abril. “Aquí me voy a quedar hasta que lo cierren. Después volveré a mi casa (que es de piso de tierra y donde cocinan con leña en un fogón). Es que ¿qué nos queda? Mi esposo es jornalero y cuando trabaja gana. Si no hay trabajo no gana. Uno quiere salir y buscar otra casa pero ¿cómo vamos a comprar un lote si están carísimos y luego cómo hacemos la casa?” , manifestó Gutiérrez.

Una historia casi igual narró Agustina Neira Gutiérrez, cuya pobreza igualmente le impide salir del rancho que tiene en la margen del río Arenal.

Datos del Comité Regional de Emergencia de Santa Cruz, señalaron que los distritos 27 de Abril y el central, fueron en ese orden los más afectados por el temporal.

En Santa Cruz, los daños se observaban en los barrios ubicados cerca de los ríos Diriá y Cañas.

Sandra Moraga Mendoza, de 22 años y vecina de Río Cañas Viejo, igualmente vive las penurias por las lluvias y la pobreza

Ella, madre de cinco hijos, habita desde hace siete años un rancho que le prestaron y que tiene piso de tierra y donde debido a la inundación les quedó una capa de barro, se les mojó la ropa de los niños, así como un colchón.

Moraga, quien fue madre por primera vez a los 12 años, dijo que aunque desea una casa más buena les resulta imposible pues su esposo se gana diariamente ¢4.000 como jornalero y, explicó que ese dinero solo es para comprar la comida.